Y es que 2014 ha sido un año gris para los hinchas rojinegros. La debacle del tercer descenso fue un hecho que meses atrás se respiraba en la atmósfera futbolera de la ciudad.
Fue el último capítulo de una serie de horrorosas administraciones, que si bien llegaron a posicionar el equipo entre los mejores del continente, acabaron por dejarlo como un enfermo terminal al borde de colapsar.
Y así ocurrió. Este año, además de tener que sufrir en carne propia el ‘infierno de la B’, los aficionados cucuteños vieron como el equipo de sus amores estuvo a punto de desaparecer porque los emcargados de manejarlo alcanzaron a tener deudas por más de $11.000 millones.
En medio de todo ese desalentador panorama, apareció en la ciudad un grupo inversor que prometió devolverle a la afición el lugar que se merece en el país, peleando codo a codo con los mejores clubes de Colombia.
En materia administrativa, la nueva dirigencia cumplió. Puso al día a los acreedores que denunciaron ante la Superintendencia de Sociedades el incumplimiento en los acuerdos de pago adquiridos por el club, y se sanearon deudas pendientes con empresas privadas y futbolistas.
Sin embargo, los buenos resultados que finalmente son los que llevan la gente al estadio no se consiguieron este año, y volvió a aparecer entre los hinchas el viejo y ya conocido temor de tener que pasar otra ‘eternidad’ en la segunda división.
Este año no se logró, pero seguramente el que viene la afición motilona volverá a estar alentando al unísono para volver a ver al once fronterizo, al rojinegro, al Cúcuta Deportivo en la primera categoría del fútbol profesional colombiano.
Quedó por hacer
Más apoyo para los entrenadores y monitores
La falta de organización de las entidades departamentales y municipales, y la poca capacidad de gestión de sus dirigentes, este año, puso en serios aprietos a los entrenadores y monitores de las ligas de Norte de Santander. La entrada en vigencia de la Ley de Garantías retrasó los procesos que venían adelantando varias ligas con deportistas que se preparaban para los Juegos Nacionales 2015. Fueron cerca de 4 meses que los entrenadores dejaron de recibir su salario. Muchos decidieron continuar con la formación de los deportistas, pero otros no tuvieron más remedio que abandonar el entrenamiento de los atletas y dedicarse a buscar otro empleo que les permitiera suplir sus necesidades básicas.
Lo malo
La falta de presupuesto que tienen las ligas de Norte de Santander se volvió una constante en el departamento, y cada año los entrenadores y deportistas se ven obligados a buscar ayuda extra para poder cumplir con el calendario de actividades. En 2014, varias ligas tuvieron que ingeniárselas para conseguir el dinero y que los deportistas pudieran viajar a las competencias nacionales.
Lo bueno
El cambio total de la cúpula, el reforzamiento de la estructura, así como la instalación de más silletería y algunas mejoras en el sistema eléctrico se tienen contemplados en el plan de remodelación del emblemático coliseo Toto Hernández. La obra tiene un costo de $2.108 millones y debe estar terminada entre marzo y abril del año entrante.
La frase
Algún día quiero convertirme en una Caterine Ibargüen. La admiro porque le da muchas alegrías al país. Ingrid Villamizar. Medalla de oro en atletismo en los Juegos Intercolegiados Supérate 2014.
El personaje
Jossimar Calvo volvió a ser, en 2014, el mejor gimnasta colombiano. Este año, el cucuteño obtuvo tres medallas de oro en dos Copas del Mundo, dos oros en los Juegos Suramericanos y dos oros en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
