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jueves, 5 de mayo de 2011

COPA LIBERTADORES El Portoalegrazo


Peñarol perdía 1-0 pero lo dio vuelta 2-1 con un gol del argentino Martinuccio y otro de Olivera y eliminó al Inter, último campeón de la Copa Libertadores. Batacazo en Porto Alegre y a cuartos de final. Cómo habrás festejado en Montevideo...
La montaña de abrazos, el vamo' que se repite, la multiplicación de sonrisas, la emoción a flor de piel... La fiesta en Brasil es toda uruguaya. Como hace más de 60 años, cuando la Celeste amargó a Brasil en la final del Mundial 50, ahora la ciudad que calla es Porto Alegre. Porque eso, dejar mudo a una multitud, fue lo que hizo Peñarol con un triunfazo que va directo a los libros de historia.
Después del 1-1 de la semana pasada en Montevideo, esta historia había arrancado mal en el Beira Río: al minuto y medio llegó el gol de Oscar y parecía que se le iba a hacer cuesta arriba. Pero, pero... el ST empezó con el pie derecho: a los 25 segundos empató el argentino Martinuccio y entonces, así, iba a desempate. Y enseguida llegó el cabezazo de Olivera, después de un centro desde la izquierda, para el 2-1 que obligaba a los brasileños a meter dos.
El Inter, el campeón de la edición anterior, fue con todo al ataque en busca de los dos goles que le diera el pase. Con D'Alessandro, con Bolatti, con Guiñazú en cancha, con una leyenda como Falcao en el banco, el equipo gaucho apretó y generó situaciones. Y también estuvo para el KO en las contras uruguayas. Pasaba el tiempo y el Inter se despesperaba. Y Peñarol, que defendía con todo, cada vez se mostraba más seguro.
Fue el Portoalegrazo, la fiesta final, la montaña humana de Peñarol, aquel equipo que arrancó la Copa goleado por Independiente en Avellaneda, aquel equipo que metió el batacazo sacando al campeón en su cancha. Equipo con mística copera, después de este zarpazo puede soñar con cualquier cosa...
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