La economía por los suelos, pero el fútbol en todo lo alto. La final de la Liga Europa deentre Porto y Sporting Braga sirve de alivio a un Portugal que hoy mismo fue rescatado de la ruina con miles de millones de euros de la Unión Europea. "Mientras todo lo demás está en crisis, al menos funciona el opio del pueblo", comentó la revista "Visao" antes del duelo luso de mañana en Dublín por el primer título europeo de la temporada.
Nunca hubo una distancia tan pequeña entre dos clubes que disputan una final en la historia del fútbol del continente. Sólo 50 kilómetros separan a Oporto de Braga, aunque deportivamente la distancia es sideral.
El Porto, 25 veces campeón de Portugal y dos de la Liga de Campeones, es el gran favorito para el triunfo. Las expectativas que genera su delantera, con el colombiano Falcao y el brasileño Hulk, son enormes.
Con 16 goles en la actual competición, Falcao superó ya en un tanto el antiguo récord del entonces jugador del Bayern Múnich Jürgen Klinsmann en la temporada 1995/96.
"Veremos si mantengo esta posición también 15 años", dijo el colombiano, al que no le gusta que su equipo sea considerado pro todas partes como seguro ganador.
"Las grandes decepciones en el fútbol se dan cuando no se atiende al rival", advirtió.
Junto a los dos delanteros, brilla también André Villas-Boas. A la temprana edad de 33 años, el técnico puede seguir los pasos de su antiguo mentor José Mourinho y ganar tres títulos en una temporada para los blanquiazules.
No por nada, el entrenador es elogiado en su ciudad como el "nuevo Mou". "Estamos marcando una época magnífica, histórica. En el futuro pocos equipos podran repetirlo", dijo Villas-Boas, cuyo equipo no sólo juega la final de Dublín, sino también la de Copa portuguesa el próximo fin de semana contra el Vitoria de Guimaraes.
Las posibilidades de cumplir con el sueño de la nueva estrella de los banquillos son buenas. Con un balance de ensueño de 27 victorias y sólo tres empates, el Porto fue campeón de la Liga lusa, donde además se impuso en los dos partidos a su rival de mañana.
El modesto club de Braga, con un minipresupuesto de 17 millones de euros (24 millones de dólares), ocupó en el campeonato el cuarto puesto, con 38 puntos de desventaja respecto al líder.
Turbulencias financieras llevaron a los "arsenalistas", que como el Arsenal inglés visten de rojo y blanco, a vender cuatro jugadores en la pausa invernal europea. Además, el único título del club, una Copa, se remonta a hace 45 años.
Pero el técnico Domingos Paciencia no se deja intimidar por los datos negativos. Contra el Porto, donde jugó durante años como delantero, quiere dar la gran sorpresa.
"Porto es favorito, pero podemos ganar", aseguró. Su mensaje parece haber calado en el equipo. "Todos nosotros tenemos delante el partido de nuestra vida", dijo el atacante camerunés Albert Meyong.
Da igual cómo termine el partido en la capital irlandesa, el fútbol portugués es en cualquier caso el gran ganador.
