Varios juicios civiles por negocios que acabaron mal. Un divorcio desagradable. Un pleito de custodia más desagradable aún. La incertidumbre de dónde continuaría su carrera en la NBA. Y los rigores de una temporada distinta a las demás.
Lo anterior sintetiza los últimos 12 meses para Dwyane Wade, para quien lo que sigue es más dulce.
Wade y el Heat de Miami disputarán por segunda ocasión la final de la NBA para coronar un año abrumador.
Las emociones han sido difíciles de soportar a veces esta temporada turbulenta, y aquellos más próximos a Wade afirman que nada sería un desenlace más adecuado para este capítulo en la vida del jugador que derrotar a los Mavericks de Dallas y alzarse con otro campeonato en la NBA.