Hay partidos y partidazos. Y después hay partidos que pasan a la memoria del aficionado y se quedan ahí para siempre. Ayer se jugó uno de estos partidos. Nada más y nada menos que nueve goles, un resultado de 4-5, tres goles de Ronaldinho... todos los ingredientes para que un partido se quede para siempre en la memoria de los aficionaos del Flamengo.
Y luego está el gol de Neymar. Sí, el Santos perdió, sí fue un partidazo, pero para los aficionados del resto del planeta lo que hizo ayer es una obra de arte, un gol de los que se ven pocos, muy pocos, por que es una demostración de talento individual y egoísta que tienen los genios.
Y luego está el gol de Neymar. Sí, el Santos perdió, sí fue un partidazo, pero para los aficionados del resto del planeta lo que hizo ayer es una obra de arte, un gol de los que se ven pocos, muy pocos, por que es una demostración de talento individual y egoísta que tienen los genios.