Demichelis vuelve a la titularidad tras ser uno de los borrados por Batista. Dice que está en un “gran nivel” y quiere demostrarlo hoy ante Venezuela.
Por qué no estabas en la Selección y por qué ahora estás? -Eh, bueno, no estaba porque había perdido el nivel que tuve a lo largo de las Eliminatorias. Por ese nivel, en su momento, tanto Alfio Basile como Diego me dieron confianza. Y después dejé de estar porque tuve un bajón futbolístico, también perdí la titularidad en el Bayern, donde en los últimos seis meses jugué muy poco... Entonces, creo que, más allá de que uno nunca quiere faltar, era merecido no estar en la Selección.
-¿Fue duro? -Fue doloroso no estar, por supuesto, pero a partir de eso me replanteé un montón de cosas para intentar volver, no me di por rendido ni excluído totalmente. Y que ahora hayan confiado nuevamente en mí, por lo que fui alguna vez o por cómo terminé jugando los últimos tres meses en el Málaga, me pone muy feliz. En el Málaga tuvimos un gran nivel grupal y también en lo personal. Resigné cosas en el Bayern y aposté al ir a un equipo que estaba prácticamente descendido. Soy un convencido de que los caminos más difíciles o incluso los que parecen más largos son los que me acercan otra vez a la Selección.
El plasma que hay en el bar de la planta baja del hotel devuelve una imagen poco común para los argentinos. En India se desviven por el cricket, el deporte más popular de este país. Le dan con un palo... Martín Demichelis nunca jugó al cricket. Pero sí recibió palos.
-¿Se aprende algo de las críticas? -Sí, claro, yo no soy una persona rencorosa.
-¿Pero qué se aprende? -Y, bueno, yo soy el primero que reviso los partidos para ver los errores, para ver qué hice bien y qué hice mal. Y después como hay tantas visiones dentro del fútbol y del periodismo, uno no debe alegrarse cuando recibe demasiados elogios ni lo contrario cuando tiene un mal rendimiento. Siempre es bueno escuchar, ser abierto y a partir de eso sacar las mejores conclusiones.
-¿Hay explicaciones para el bajón que tuviste? -Sí, obvio. Soy un autocrítico, primero en lo personal y después en lo grupal.
-¿Y finalmente qué conclusiones sacaste? -Son muchas las razones cuando uno anda bien y también muchas cuando uno no anda bien. Así que las razones que hicieron que yo no rindiera me las quedo para mí. Las detecté y a raíz de eso estoy nuevamente mejor, terminé en un gran nivel en el Málaga. Mis objetivos eran hacer una buena pretemporada, para intentar mantener una buena temporada y estar otra vez a la altura de la Selección para volver a ser llamado. Pero me tocó antes de tiempo, así que mejor todavía.
-¿Te sorprendió? -Estoy contentísimo y agradecido con la gente que volvió a confiar en mí después de casi un año. Ahora espero responderles en el campo.
-Si hoy mirás para atrás y te encontrás con el Mundial, ¿qué ves? -Primero, un sueño cumplido de haber podido estar, porque cualquier jugador sueña con ser de Selección y con un Mundial. Pero la verdad que el Mundial me marcó muchísimo como jugador y como persona, porque sacando por obvias razones la muerte de mi mamá, no tuve golpes tan duros como la derrota con Alemania. En 90 minutos se terminó todo. Eso me hizo reflexionar muchísimo, replantearme muchas cosas, valorar muchas otras, crecer como padre, como profesional. El Mundial me marcó para bien y para mal.
-Teniendo en cuenta tu nivel de autocrítica, ¿cómo considerás que jugaste el Mundial? -Mirá, creo que no fue pésimo. Sí sé que recibí muchas críticas y las acepto, pero como sé que no fue pésimo también soy consciente de que no tuve el nivel de las Eliminatorias. Y eso creo que sobre todo me pasó en el primer partido, o en el segundo donde ahí más me marcaron por el error que cometí contra Corea del Sur... Después levanté contra Grecia, más allá de haber marcado un gol. Luego no volví a hacer un gran partido contra México y después, mirá vos que curioso, creo que mi mejor partido fue contra Alemania, pero perdimos 4 a 0. Y para un defensor haber recibido cuatro goles es catastrófico. Igual considero que en ese partido fue donde más cerca estuve de mi nivel. No haber tenido una constancia en esos cinco partidos provocó que fuera un jugador criticado. Acepté las críticas y aprendí. Y ahora, gracias a esta nueva oportunidad que me dan el fútbol y la vida, espero poder remediarlas.
-Por todo esto que estás diciendo y por todo lo que te tocó vivir, ¿hoy te sentís un jugador más completo? -Sí, sin dudas que un Mundial te pule de la mejor manera, así que la experiencia te hace crecer. Recién tengo 30 años, estoy excelentemente en lo físico y en lo mental como para poder seguir aportando mucho más en mi carrera. Y dentro de mis objetivos está la Selección. Y con esta posibilidad, ¿por qué no soñar con volver a jugar Eliminatorias, con poder hacerlo bien y ganarme otra vez la confianza de la gente? -Pero todo eso depende de vos...
-La confianza la tengo y trato de demostrarla día a día y cuando me toque jugar. A partir de eso ya no hay más excusas y hay que estar al 100%.
El fotógrafo de Olé le pide que piense en algo lindo como para que fluya una sonrisa para la instantánea. Se ríe Martín Demichelis, a horas del comienzo del ciclo Sabella y de una nueva etapa para él en la Selección. Pero en este reencuentro falta alguien en la vida del defensor del Málaga: Adrián De Vicente. “La muerte de Adrián fue uno de los gopes inesperados de la vida. Es la persona más hermosa que conocí dentro del fútbol. Fue mi grandísimo amigo, a quien hoy extraño muchísimo. Era con quien mejor me entendía hablando de fútbol. Pero, bueno, sé que él me está guiando y que estoy de nuevo en la Selección gracias a él”.