En el último tramo del finalizado Torneo Apertura, la plaga de lesiones influyó en el rendimiento de Atlético Venezuela en la competición. El estratega José Hernández tuvo que apelar a la sangre joven para realizar las convocatorias y en el partido de la fecha 15, ante Aragua FC, pudo llamar solamente a 17 efectivos, ya que el resto de las piezas nacionales no estaban aptas para jugar.
En la enfermería atlética fueron atendidos el capitán Héctor “Tico” Pérez, Guillermo Octavio, Jhoel Salazar, Andrés Maldonado, Junior Cedeño, René Flores, Rubén Arocha e Hildemaro Rosales. El excelente trabajo del cuerpo médico del club fue vital para que el primer cuarteto volviera a jugar en tiempo récord, mientras que los demás jugadores lesionados cumplen con la etapa de recuperación.
Continúan las evoluciones
Hace un mes, el equipo nacional sufrió una baja de peso en su mediocampo, cuando Rubén Arocha sufrió una distensión de ligamentos que le impidió disputar los últimos tres duelos del torneo.
Carlos Gil, fisioterapeuta del Primer Equipo, afirmó que el dueño del dorsal “8” atlético ha cumplido, al pie de la letra, con el plan de recuperación impuesto por los hombres de blanco. “En el proceso de (Rubén) Arocha se ha ido trabajando con un plan de fisioterapia y se ha cumplido con cabalidad lo que el médico ha exigido. El tiempo promedio para que se recupere es entre seis y ocho semanas, para que cicatrice bien el tejido y después comience a trabajar lo que es la parte física”, manifestó.
Para el integrante del cuerpo médico del cuadro nacional, su lesión es compleja y no existe un día exacto para que regrese al gramado. “No puedo decir ahorita que en tres o cuatro semanas está listo para jugar porque hay que esperar cómo evoluciona en la recuperación. Si se recupera en el tiempo previsto, esperamos tenerlo listo para la segunda o tercera jornada del Clausura”, comentó.
René Flores, quien sufrió una grave lesión cuando transcurría el minuto 6 del partido frente a Caracas FC, finalmente fue intervenido quirúrgicamente el lunes 15 de diciembre de una rotura de ligamento cruzado anterior. “Se le practicó una cirugía que estaba planteada desde hace dos semanas. Ha evolucionado satisfactoriamente y ahora se encuentra en el periodo post-operatorio. Tenemos que esperar las indicaciones del médico que lo verá hoy para ver cómo está la cura”, argumentó Gil, sobre el estado actual del propietario de la casaca “15”, regular en la última línea del Atlético.
Tras la operación, el zaguero bolivarense de 23 años ha sido vigilado diariamente por los especialistas en la salud, con quienes realiza diversos ejercicios leves. “Ahorita está con terapias muy suaves para aliviar el dolor, también hace trabajos de crioterapia y de posicionamiento. Hará esos trabajos hasta que el médico dé la orden de iniciar el tratamiento de fisioterapia más agresivo. Entre seis y ocho meses es el tiempo estimado para que vuelva al terreno de juego”, confesó el fisioterapeuta.
Respecto a Hildemaro Rosales, quien sufre una meniscopatía, Gil aseguró que esperan por unos resultados para evaluar el estado de la lesión que padece. “Lo vieron los médicos y están esperando un reporte de un estudio de resonancia magnética para poder dar un diagnóstico certero y decidir la conducta. Ahorita él está en el proceso de mejorar fuerzas y así evitar la atrofia muscular, porque todavía existe dolor en la zona”, acotó el encargado de recuperar a los elementos atléticos, en referencia al novel defensor andino, quien fue el jugador que consumió más minutos con el Filial.
El cuerpo médico del elenco dirigido técnicamente por José Hernández trabajará cuidadosamente con las piezas lesionadas para que puedan volver en el menor tiempo posible a la acción y puedan ayudar a conseguir los objetivos trazados por el club en su cuarta temporada en la Primera División.