El nuevo campeón mundial de surf, el brasileño Gabriel Medina, aterrizó en Sao Paulo, donde fue recibido con cánticos y banderas por más de un centenar de fans y medios de comunicación.
A su llegada al Aeropuerto Internacional de Guarulhos, Medina besó el trofeo que cargaba en sus manos y lo dedicó a las decenas de admiradores que se acercaron a recibirlo y que se dejaron la voz coreando "campeón".
Escoltado en todo momento, Medina subió a un coche negro ayudado por la Policía Militarizada, que montó un vasto aparato de seguridad y desvió ligeramente a algunos pasajeros que trataban de salir del aeropuerto con normalidad.
En medio de una gran expectación mediática, Medina saludó con la mano a sus fans, pero no quiso pronunciar palabra, ya que esta tarde ha convocado una rueda de prensa para atender a los medios de comunicación en un hotel cercano al aeropuerto.
Procedente de Los Ángeles, el vuelo en el que iba Medina aterrizó sobre las 13.45 de la tarde (15.45 GMT), aunque el deportista no apareció en público hasta aproximadamente una hora después.
Mañana, Medina irá hacia Sao Sebastiao, su ciudad natal, en el litoral paulista, para encabezar una caravana y donde el ayuntamiento anunció la construcción de una estatua del atleta, que se erigirá en el barrio donde vive y que retratará la ola que surfeó en la final de la etapa de Teahupoo (Tahití).
Medina se coronó el pasado sábado como el primer brasileño campeón del mundo de surf durante la undécima y última etapa del Campeonato celebrado en Hawai, en el que terminó segundo.