Y es que en los partidos de ida de las semifinales de la Liga Águila, el esférico fue utilizado por primera vez, causando problemas a los jugadores a la hora de manejarlo.
“Es un balón complicadísimo, pero me parece que todo es de costumbre. Llevamos pocos días practicando con este balón y hemos encontrado que es más rápido y se hace difícil controlar el pique”, dijo James Aguirre, arquero del Atlético Bucaramanga.
Los jugadores coincidieron en que no era el momento para estrenar la pelota, teniendo en cuenta que durante todo el año trabajaron con un balón diferente y precisamente en las finales tienen que adaptarse a otro esférico.
“Creo que es normal que al principio tengamos problemas, porque no estamos acostumbrados. Considero que en esta etapa del campeonato no se deben realizar estos cambios, porque los perjudicados somos nosotros”, agregó Aguirre.
Justamente, tanto en el partido Santa Fe - Nacional como en el cotejo Bucaramanga - Tolima, se notó que los jugadores estuvieron incómodos para manejar el esférico, en especial, a la hora de medir la fuerza del impacto y recepcionar la pelota.
Golty, el fabricante de los balones del balompié nacional, indicó que el nuevo balón tiene características como “estabilidad en la trayectoria de la pelota (predecible), su suavidad (manejable), su aerodinámica, que permite un mayor control, al igual que su confiabilidad”.
