Australia impuso este martes su mayor experiencia y su poderío físico para derrotar a una decepcionante Uzbekistán (6-0) y plantarse en la final de la Copa de Asia por primera vez desde que en 2006 se uniera a la federación asiática.
Después de haber desplegado uno de los juegos más sólidos del torneo, los centro-asiáticos recibieron un severo varapalo fruto del error de planteamiento de su entrenador, Vadim Abramov, la intranscendencia de su estrella, Server Djeparov, y la expulsión de su delantero, Ulugbek Bakayev.
Dado a mover el banquillo en función del partido, el entrenador uzbeko sorprendió de salida dejando fuera al extremo del Volga ruso, Sanjar Tursunov -una de las claves en la victoria en cuartos- y Odil Ahmedov, mediocampista joven y fino del Pakhtakor Tashkent.
Además, dio una nueva oportunidad en la titularidad a Bakayev, autor de los dos goles en el partido de cuartos frente a Jordania, quien impotente y muy acelerado, enfiló el camino de los vestuarios en el minuto 60 tras dos merecidas tarjetas amarillas.