El bajo balance en rebote defensivo, 28 por 14, y el acierto en los triples, dos de doce en España y cuatro de diez en Francia, fueron, aparte del bajón físico de las de rojo, dos de las claves del partido.
Las españolas comenzaron bien, pero la tercera falta de Palau y la segunda de Lyttle, la máxima anotadora en esos momentos con siete puntos, dieron con dos de las mejores del cuadro de José Ignacio Hernández en el banquillo cuando solo habían transcurrido siete minutos del partido. A pesar de ello no le perdieron la cara al encuentro y llegaron dos abajo al primer descanso (17-15).
El segundo periodo sería galo, pues las francesas se impusieron en el rebote y demostraron mejor puntería que sus rivales. Hernández tuvo que devolver a Lyttle a la cancha, un poco antes de la máxima diferencia de las francesas: 27-19, en el minuto 13.
Xargay recibió entonces un golpe en la cara, Domínguez tiró el balón fuera para que su compañera fuera atendida y las galas se aprovecharon de la ingenuidad española y no devolvieron la bola.
El hecho pareció espolear al cuadro rojo, que tampoco pudo contar hoy con la lesionada Valdemoro, y las perdidas francesas propiciadas por la zona y la buena defensa rival compensaron la falta de rebote hispano para que España recortara con Torrens, Cruz y Montañana al frente.
Tras la lesión de Ndongue cuando finalizaba el primer tiempo, Montañana dejó al descanso en tres puntos la desventaja (30-27).
Dos triples de una sobresaliente Torrens, Lyttle y la gran implicación de todas pusieron al equipo nacional por delante (34-35) en la reanudación y dieron paso a los mejore minutos de España, que, sin embargo, no rompió el choque y siguió cargándose de faltas. Pascua y Lyttle cometieron su tercera falta.
En el cuadro francés Myem y Beikes impidieron que las españolas se marcharon en el marcador que reflejaba un 46-48 a favor de las de Hernández antes del periodo definitivo.
