La negativa a negociar la marcha de su técnico por parte del presidente del Oporto, Nuno Pinto da Silva, llevó al Chelsea a pagar la cláusula de rescisión y convertir así la contratación de su nuevo entrenador en la más cara a nivel de técnicos.
Esta capacidad para vender caro y comprar barato, sumado al trabajo de los ojeadores del club luso -con una especial predilección por el fútbol sudamericano-, han permitido a los "dragones" apuntarse varios "tantos" de mérito desde el año 2004, año en que se hizo con la Champions de la mano de José Mourinho.
El Oporto se situó en ese momento en la cima del fútbol mundial, lo que despertó el interés de otros equipos en sus jugadores y se concretó en la salida de Ricardo Carvalho (Chelsea), Deco (Barca), Paulo Ferreira (Chelsea) y Pedro Mendes (Tottenham), lo que representó unos ingresos de 74 millones de euros.
Ahora, los jugadores más codiciados son el brasileño Hulk, que aterrizó en Portugal procedente del fútbol japonés, y el colombiano Radamel Falcao.
El brasileño, con una cláusula de 100 millones de euros, costó un total de 19 millones de euros -cinco pagados en 2008 y el resto el pasado mayo-, mientras que el colombiano, tasado en 30 millones, supuso un desembolso de unos 5 millones procedente del River Plate.
Entretanto, el cambio de Villas-Boas y la vinculación del empresario portugués Jorge Mendes con Falcao García, abrió una serie de rumores sobre el cambio de equipo del colombiano.
Mendes además es el representante de José Mourinho.
El diario luso 'A Bola' asegura que esta situación acercaría a García al Real Madrid; sin embargo también abre la posibilidad para que recale en el Chelsea tras la vinculación de Villas Boas al equipo londinense.
Incluso, 'A Bola' sostiene que entre los dos técnicos existiría una 'Guerra por Falcao'.
Las cartas están sobre la mesa y en este periodo, donde se mueven todos los intereses y los euros, jugadores como Falcao, Hulk y hasta Freddy Guarini podrían tener nuevo rumbo deportivo.
