Soler, que se golpeó duramente la cabeza en la caída del 16 de junio, pudo volver por fin a su domicilio en Pamplona, tras haber sido hospitalizado inicialmente en Sankt-Gallen (Suiza), donde estuvo dos semanas en una unidad de cuidados intensivos, antes de ser trasladado a una clínica universitaria de Navarra.
Soler habló sobre la posibilidad de que su carrera profesional haya terminado: "Tengo que tener paciencia. Sólo el tiempo podrá decirlo. Sería fantástico poder volver a correr, pero ahora estoy sobre todo centrado en mi recuperación".
"Por el momento, lo que importante es su salud, más que los aspectos deportivos", afirmó por su parte el médico del equipo, Alfredo Zúñiga.
En la caída que sufrió al principio de la 6ª etapa de la Vuelta a Suiza, el colombiano había sufrido varios daños importantes, principalmente una fractura en la base del cráneo y un edema cerebral, lo que en un primer momento hizo incluso pensar en la posibilidad de su fallecimiento.
Soler, de 28 años, ganó la clasificación de la montaña en el Tour de Francia de 2007, así como la etapa finalizada en Briançon ese año, como gran éxito en su carrera.
