No fue un día normal en el estadio Universitario. El aguacero que cayó en la tarde no permitió a los equipos practicar y los jugadores que se asomaban en el terreno no hacían más que lamentar lo ocurrido con Wilson Ramos.
Al final de la noche, las Águilas pasaron factura al descontrol del pitheo y los errores de la defensa de los Tiburones, para vencer en un accidentado choque que se definió 10-8.
A pesar del laurel, los alados no mostraron su mejor cara, esa que les ha permitido ganar siete de sus últimos ocho duelos y acercarse a medio juego del quinto puesto de la tabla.
El abridor Austin Bibens, que el sábado pasado limitó a La Guaira a dos hits en siete actos, anoche fue castigado al cargar con seis rayitas en cuatro innings y un acto de labor, mientras que en la ofensiva un total de 15 corredores zulianos se quedaron en circulación.
Las ocho bases por bolas, dos golpeados, tres wild pitch y cuatro pifias a la defensiva que acumularon los Tiburones, no hicieron más que desperdiciar las cuatro impulsadas de Oscar Salazar y un jonrón de Héctor Sánchez que fletó otras tres. El desafío tuvo una duración de cuatro horas y 21 minutos que confirmaron el ambiente pesado que se experimentó en la tarde en ambos dugouts.
"Es una situación delicada. Todos estamos propensos a eso, por la situación que se vive con el hampa. Ojalá todo salga bien, porque privar de la libertad a un ser humano es lo peor", señaló Lipso Nava, manager del Zulia al referirse al secuestro de Ramos. "Nosotros somos padres de familia. El jugador de beisbol se apega más a lo que es este juego, se aleja de lo material. Es lamentable", agregó.
Antes del juego, el anunciador interno de los Tiburones, Atilano Hidalgo Peña, invitó a los asistentes a elevar una plegaria por la pronta solución del caso. Todos rezaron un Padre Nuestro y un Ave María, mientras en las pizarras del estadio se leía "liberen a Wilson".
Árbitros y jugadores llevaron una cinta verde en sus camisas durante el cotejo, en señal de esperanza de una pronta solución a la situación del grandeliga criollo.
"Estamos consternados. No solo por Wilson, porque sabemos que hay mucha gente en esta situación", dijo el estratega salado, Marco Davalillo.
Luis Rodríguez, ahora La Guaira, estaba alerta por el drama que experimenta su ex compañero de los Tigres. Y los peloteros importados también.
"Gente de mi entorno me llamó preocupada. Todos deseamos que se solucione felizmente", dijo el primer bate del Zulia, Darin Mastroianni.
Es que esa fue la constante petición anoche en la UCV y en cada uno de los estadios donde se jugó: ¡liberen a Wilson!.