Ha bastado un sólo partido, la soberana paliza que le endosó a la República Checa (4-1) en la primera jornada de la Eurocopa, para que Rusia sea incluida en la lista de favoritos al título.
"Rusia es uno de los mejores equipos del campeonato. Las semifinales es lo mínimo para su selección. Están capacitados para ganar la Eurocopa", dijo Pavel Mares, exinternacional checo que militó durante varias temporadas en el Zenit San Petersburgo.
Aunque Rusia era considerada a priori el favorito del grupo A, pocos esperaban un arranque tan espectacular ante un equipo checo, que no tiene nada que ver con el que fue finalista de la Eurocopa en 1996, pero que aún cuenta con un ramillete de futbolistas de clase: Rosicky, Cech, Plasil o Baros.
En honor a la verdad, los checos comenzaron apretando y lograron impedir que los rusos se hicieron con el control del balón, como le gusta al "sargento" holandés, Dick Advocaat.
Pero lo que no pudieron conseguir es frenar los contraataques rusos, que recordaron al equipo que cautivó a Europa hace cuatro años, cuando eliminaron en los cuartos de final a la mismísima Holanda (3-1), finalista mundialista en Sudáfrica.
Esto es lo preocupante para otros equipos, ya que Rusia puede jugar tanto marcando el tempo del partido, ya que cuenta con varios jugadores técnicos, o al contraataque, ya que su físico se lo permite.
Además de la victoria, la buena noticia para Advocaat es el retorno a Arshavin, que en la primera parte estuvo muy activo y dio varios buenos pases de gol.
Ante la pérdida de potencia física, el Arshavin de 2012 no es tan desequilibrante como en 2008 y su función es más bien la de lanzar los contraataques y dar el último pase de gol.
A diferencia de hace cuatro años, cuando el entonces seleccionador ruso, Guus Hiddink, basaba la estrategia ofensiva del equipo en gran medida en las subidas de sus laterales, especialmente Zhirkov, ahora Rusia cuenta con otras armas.
La incansable labor de contención de Denísov, medio centro que ha sonado como posible refuerzo para el Real Madrid, permite a sus compañeros de equipo (Zenit) y de selección, Ziryánov y Shirókov, atacar sin tener que mirar atrás.
Además, Dzagóev, el media punta del CSKA, se recuperó milagrosamente para la Eurocopa tras perderse el final de la temporada por lesión.
Su puesto fue ocupado durante dos de los tres partidos de preparación por el jugador del Sporting de Lisboa, Marat Izmáilov, quien tuvo un buen rendimiento, pero en el último momento sufrió molestias físicas.
Dzagóev, que ya había jugado bien en el partido amistoso contra Italia, no sólo participó en la elaboración, sino que marcó dos goles, el primero y el tercero.
En la delantera el exsevillista Kerzhakov estuvo muy activo, aunque no tuvo suerte de cara al gol, ya que todos sus remates fueron escupidos por el poste o salieron desviados.
Con todo, los rusos no tienen de qué preocuparse, ya que Pavlyuchenko, autor de tres goles en la pasada Eurocopa, fue crucial al entrar en la segunda parte con una asistencia a Dzagóev y un golazo tras una gran jugada individual.
En la recámara está además Pogrebnyak, quien brilló durante los últimos meses en el Fulham y que tiene un cañón en su pierna izquierda.
En opinión del exinternacional ruso y delantero del Racing de Santander español, Vladímir Beschatnij, sus compatriotas mantendrán el excelente nivel de juego mostrado la víspera durante toda la Eurocopa.
El repaso que los rusos le propinaron a los checos demuestra que la victoria ante Italia (3-0) no fue casual, sino que el gigante del norte ha llegado en plenitud física a la Eurocopa.
Según la prensa rusa, los rusos llegan hambrientos de victorias a Polonia, especialmente tras fracasar estrepitosamente en la repesca mundialista ante Eslovenia, fiasco que le costó el puesto al hasta entonces intocable Hiddink.
Ahora le toca el turno a los anfitriones (Polonia), un partido que decidirá algo más que los tres puntos, dada la rivalidad política e histórica entre ambos países.
Aunque algunos dirigentes, especialmente en la república natal de Dzagóev, Osetia del Norte, y la prensa rusa ya ha echado las campanas al vuelo, Advocaat y los futbolistas aseguran que el objetivo aún no está cumplido.
"Hemos ganado, es el primer paso. El primero de los seis hasta la final", dijo Dzagóev, declarado el mejor jugador contra los checos.
Para llegar a la final, en caso de clasificarse como primeros de grupo, Rusia tendrá que poner a prueba su "fútbol total" previsiblemente ante Alemania o Portugal en los cuartos de final.
"Rusia es uno de los mejores equipos del campeonato. Las semifinales es lo mínimo para su selección. Están capacitados para ganar la Eurocopa", dijo Pavel Mares, exinternacional checo que militó durante varias temporadas en el Zenit San Petersburgo.
Aunque Rusia era considerada a priori el favorito del grupo A, pocos esperaban un arranque tan espectacular ante un equipo checo, que no tiene nada que ver con el que fue finalista de la Eurocopa en 1996, pero que aún cuenta con un ramillete de futbolistas de clase: Rosicky, Cech, Plasil o Baros.
En honor a la verdad, los checos comenzaron apretando y lograron impedir que los rusos se hicieron con el control del balón, como le gusta al "sargento" holandés, Dick Advocaat.
Pero lo que no pudieron conseguir es frenar los contraataques rusos, que recordaron al equipo que cautivó a Europa hace cuatro años, cuando eliminaron en los cuartos de final a la mismísima Holanda (3-1), finalista mundialista en Sudáfrica.
Esto es lo preocupante para otros equipos, ya que Rusia puede jugar tanto marcando el tempo del partido, ya que cuenta con varios jugadores técnicos, o al contraataque, ya que su físico se lo permite.
Además de la victoria, la buena noticia para Advocaat es el retorno a Arshavin, que en la primera parte estuvo muy activo y dio varios buenos pases de gol.
Ante la pérdida de potencia física, el Arshavin de 2012 no es tan desequilibrante como en 2008 y su función es más bien la de lanzar los contraataques y dar el último pase de gol.
A diferencia de hace cuatro años, cuando el entonces seleccionador ruso, Guus Hiddink, basaba la estrategia ofensiva del equipo en gran medida en las subidas de sus laterales, especialmente Zhirkov, ahora Rusia cuenta con otras armas.
La incansable labor de contención de Denísov, medio centro que ha sonado como posible refuerzo para el Real Madrid, permite a sus compañeros de equipo (Zenit) y de selección, Ziryánov y Shirókov, atacar sin tener que mirar atrás.
Además, Dzagóev, el media punta del CSKA, se recuperó milagrosamente para la Eurocopa tras perderse el final de la temporada por lesión.
Su puesto fue ocupado durante dos de los tres partidos de preparación por el jugador del Sporting de Lisboa, Marat Izmáilov, quien tuvo un buen rendimiento, pero en el último momento sufrió molestias físicas.
Dzagóev, que ya había jugado bien en el partido amistoso contra Italia, no sólo participó en la elaboración, sino que marcó dos goles, el primero y el tercero.
En la delantera el exsevillista Kerzhakov estuvo muy activo, aunque no tuvo suerte de cara al gol, ya que todos sus remates fueron escupidos por el poste o salieron desviados.
Con todo, los rusos no tienen de qué preocuparse, ya que Pavlyuchenko, autor de tres goles en la pasada Eurocopa, fue crucial al entrar en la segunda parte con una asistencia a Dzagóev y un golazo tras una gran jugada individual.
En la recámara está además Pogrebnyak, quien brilló durante los últimos meses en el Fulham y que tiene un cañón en su pierna izquierda.
En opinión del exinternacional ruso y delantero del Racing de Santander español, Vladímir Beschatnij, sus compatriotas mantendrán el excelente nivel de juego mostrado la víspera durante toda la Eurocopa.
El repaso que los rusos le propinaron a los checos demuestra que la victoria ante Italia (3-0) no fue casual, sino que el gigante del norte ha llegado en plenitud física a la Eurocopa.
Según la prensa rusa, los rusos llegan hambrientos de victorias a Polonia, especialmente tras fracasar estrepitosamente en la repesca mundialista ante Eslovenia, fiasco que le costó el puesto al hasta entonces intocable Hiddink.
Ahora le toca el turno a los anfitriones (Polonia), un partido que decidirá algo más que los tres puntos, dada la rivalidad política e histórica entre ambos países.
Aunque algunos dirigentes, especialmente en la república natal de Dzagóev, Osetia del Norte, y la prensa rusa ya ha echado las campanas al vuelo, Advocaat y los futbolistas aseguran que el objetivo aún no está cumplido.
"Hemos ganado, es el primer paso. El primero de los seis hasta la final", dijo Dzagóev, declarado el mejor jugador contra los checos.
Para llegar a la final, en caso de clasificarse como primeros de grupo, Rusia tendrá que poner a prueba su "fútbol total" previsiblemente ante Alemania o Portugal en los cuartos de final.