El austriaco se lanzó al vacío desde la estratosfera a 39.068 metros de altura
Después de una ascensión de dos horas y 35 minutos sobre Roswell (Estados Unidos), el globo que arrastra la nave alcanzó la altura idónea y Baumgartner se lanzó al vacío dentro de su traje presurizado, que lo protegió de la baja presión y las bajas temperaturas.
Los cálculos fueron exactos y rompió la barrera del sonido en los primeros 40 segundos de caída libre.
Finalmente Baumgartner logró atravesar hasta 1.100 kilómetros por hora consolidándose como el nuevo rey de la velocidad.