Un total de 21 jugadores de clubes locales, ocho de ellos de los equipos de Cusco, hicieron su primer entrenamiento a una altitud ligeramente inferior a los tres mil 600 metros de la capital boliviana, bajo las órdenes del técnico uruguayo Sergio Markarián.
Los emigrados escogidos para el tope, que según la prensa deportiva serían los atacantes Wilmer Aguirre, Paolo Hurtado y André Carrillo y el defensa Renzo Revoredo -ninguno de de primer nivel- llegarán a Cusco la próxima semana.
Markarián anunció hoy que el principal de los emigrados, el atacante Paolo Guerrero, del Corinthians de Brasil, no alineará ante Bolivia, pese a pedirle al entrenador que lo incluya para el juego en La Paz, por realizarse el 12 de octubre.
Según el técnico uruguayo, Guerrero tiene una tarjeta amarilla de amonestación y si le aplican otra ante Bolivia no podrá jugar en el siguiente tope ante Paraguay, en Asunción.