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lunes, 10 de diciembre de 2012

Francisco Cervelli, de la receptoría rumbo a los fogones


Valencia.- Francisco Cervelli es conocido como el receptor de los Navegantes del Magallanes y de los Yanquis de Nueva York. Él se describe como hiperactivo, tanto que el yoga o la meditación no aparecen entre sus opciones para relajarse. Para liberarse del estrés tiene varias aliadas: su familia, la playa y la cocina. Habla también de Nueva York como la ciudad ideal para drenar tanta energía acumulada.
La labor que más mencionó el receptor para distraerse es la cocina. Ese es el pasatiempo preferido de Cervelli. Contó que en Estados Unidos es donde más tiempo tiene para dedicarse a ello. “Preparo comida saludable, mucho pescado, pollo a la plancha. Estoy en ese proceso de aprender”, confió.
Cervelli incluso ya tiene un plan para cuando decida colgar los spikes de manera definitiva. “A futuro sí me gustaría tener mi propio restaurante, ser el jefe de la cocina. Cuando me retire del beisbol eso es lo que me gustaría hacer”, reveló el grandeliga.
“Todavía no tengo claro la especialidad de la comida que venderé ahí. Veremos qué me depara el destino”, dijo. Por ahora no se destaca con nada extravagante o muy elaborado. Todo muy natural. Pero señaló que está en ese proceso de hacerse cada vez más hábil en la cocina. “Más adelante le cocinaría a la que se convierta en mi esposa, luego a los niños y así hasta poder llegar a ser un buen chef”.
La comida sana es algo que menciona Cervelli con regularidad, pero también confesó que para salirse de la dieta están los domingos, cuando según cuenta, el plato de pasta no falla. “Mi favorito es con costillas de res en salsa. Es un plato que cocina mi abuela”. No se descarta en el menú altamente calórico un perro caliente o una hamburguesa, pero eso sí, que sean de la calle del hambre. “El sabor que tienen allí es increíble”.
“SIN MÚSICA NO HAY VIDA”
Para fajarse en la cocina, Cervelli tiene sus favoritos. Andrea Bocelli es el fondo musical preferido para dedicarse a las labores culinarias. “Es una música que me relaja”, afirmó el careta. IL Divo o Michael Bublé también forman parte del repertorio.
Eso es para lucirse en los fogones, pues si le revisan el Ipod, dijo con mucha seguridad que lo que primero se conseguirían serían canciones de Guaco, luego los Adolescentes y también hay espacio para el reaggeton con Chino y Nacho. “En eso soy regionalista, la música que se hace aquí en Venezuela es muy buena, hay un gran talento, no solo hay cantantes, sino grandes compositores”, señaló. “Sin música no hay vida”.
PASIÓN POR EL BALÓN
Cervelli relató que de niño era más de andar en la calle jugando caimaneras de basket y futbolito, “nunca me gustaron los videojuegos. No me podría sentar media hora a jugar Nintendo, play, nada de eso”.
Reconoce que está pendiente de los logros de la Vinotinto de fútbol y de su lucha por alcanzar el pase al Mundial, pero comparte su atención con el equipo de su niñez, la Juventus.
“Me puedo sentar todo el día a ver fútbol. Puede ser español, italiano. Es algo que de verdad me gusta”, incluso recordó que de niño jugaba más fútbol que el beisbol.
Un amante del balompié tiene más que claro quién es su jugador favorito, así que no dudó en hablar de su admiración por Alessandro del Piero, esa que lo llevó en 2010 a acercarse al jugador. “Me sentí como un niño. Ese día entendí lo que ellos sienten cuando se acercan a uno buscando un autógrafo o una foto”, dijo. “Mi sueño siempre fue ver un partido de la Juve y compartir con él, gracias a la selección italiana de beisbol lo pude cumplir”, señaló.
Un hombre que cocina pasta, ve fútbol y escucha Andrea Bocelli, podría considerarse todo un cliché de su ascendencia italiana, pero Cervelli rápidamente objetó la afirmación: “Yo de italiano tengo los ojos y el color de piel, de resto soy y me siento venezolanísimo”.
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