Gabriel Peñalba (65) y Leandro Leguizamón (75) marcaron los goles del conjunto argentino, y Jeremías Caggiano (37) anotó para el Anzoátegui, que buscará dar vuelta la historia en esta llave de ingreso a los grupos, en el desquite que se jugará el 29 de enero en Puerto La Cruz.
El ganador de esta eliminatoria ingresará en el grupo 2 del torneo, en el que esperan Sporting Cristal (Perú), Palmeiras (Brasil) y Libertad (Paraguay).
Desde el comienzo, Anzoátegui intentó plantarse de igual a igual, con el manejo de Evelio Hernández, y sobre todo, de Rolando Escobar, encargado de la conducción del equipo caribeño.
Incluso, el Anzoátegui estuvo cerca de anotar temprano, con un tiro libre de Hernández que se desvió en Peñalba, y que obligó a la estirada del arquero Javier García para salvar su valla.
De su lado, el local intentaba llegar con los desbordes de Galmarini por el sector derecho, y cerca estuvo con un centro que Pernía salvó casi en la boca del arco, y poco después, con un remate distante del habilidoso Rubén Botta que se fue al lado del poste derecho.
Pero, más claro en su propuesta, el conjunto visitante abrió la cuenta, con un excelente pase de Escobar sobre el sector derecho para la escapada de Caggiano, que le ganó al cierre de Donatti y definió con un muy buen remate cruzado para dejar sin posibilidades a García.
Sobre el final de la primera parte, en una jugada de balón detenido, Tigre estuvo cerca del empate, pero el paraguayo Santander elevó su cabezazo desde buena posición.
En la segunda parte, Tigre se apoderó del control del partido, pero se mostraba limitado en su propuesta, porque Botta no encontraba socios en la conducción y porque no conseguía generar jugadas, además de mostrarse desordenado en el fondo, con peligrosos espacios para el contraataque del Anzoátegui.
En esas condiciones, la visita estuvo a punto de anotar el segundo, pero Caggiano elevó su remate desde el borde del área, y enseguida, Moreno, sin marcas, remató desde media distancia y la pelota salió al lado del poste derecho.
Acelerado y nervioso, con el público que le exigía un mejor resultado, Tigre llegó al empate en un centro que López no desvió bien, y el balón le quedó servido a Peñalba, que vulneró a Morales con un derechazo cruzado.
Con el partido abierto, Anzoátegui volvió a perdonarle la vida a Tigre, porque en otra buena jugada, Escobar habilitó a Moreno, que ingresaba solo por la izquierda, pero García, con ayuda del poste, salvó lo que era la derrota local.
Pero, a diferencia de la visita, Tigre no dejó pasar su ocasión y encontró el segundo tanto en una jugada de pelota detenida, con Botta como ejecutor y el ingresado Leguizamón como encargado de cabecear y desviar el balón, a la vez que Morales falló en la salida.
Con un par de errores, Anzoátegui pagó un costo elevado, muy desdibujado en los últimos minutos, y a punto estuvo de caer por mayor diferencia, pero Morales apareció para taparle el remate final a Botta.
Más allá de terminar el partido en buena forma, Tigre se quedó con un resultado generoso para lo que produjo en la noche del martes, y deberá mejorar mucho para defender la renta en Puerto La Cruz, ante un Anzoátegui que lo sorprendió en la ida, pero que dilapidó sus oportunidades de sentenciar la llave en el cruce de ida.
