A puertas cerradas iniciará Marinos de Anzoátegui la temporada 2014 de la Liga Profesional de Baloncesto, al hacerse oficial la sanción establecida por la Comisión Técnica al equipo tras los hechos de desorden público que provocaron la suspensión definitiva del último encuentro de la temporada 2013 de la LPB en Puerto La Cruz.
Sobre la base de los artículos 108.3 y 338.A referidos a situaciones como las suscitadas en Puerto La Cruz al cierre del séptimo encuentro de la final, la Comisión Técnica procedió a decretar la penalidad, por lo que el próximo encuentro de Marinos deberá jugarse sin la presencia de público.
La Junta Directiva de la LPB analizará aplicar otras sanciones ejemplarizantes por los hechos de violencia suscitados a escasos segundos del cierre del séptimo juego de la final, para lo cual se celebrará una reunión extraordinaria de propietarios en los próximos días, tal como lo anunció Jorge Hernández, presidente de la Liga, quien indicó en días pasados que “debemos tomar medidas más fuertes que las contenidas en el Reglamento”.
En dicho cónclave, el circuito estudiará también la aplicación de correctivos efectivos para incrementar los controles y los dispositivos de seguridad en los gimnasios, para erradicar cualquier manifestación de violencia o exceso en los recintos deportivos.
En su comunicado, la Comisión Técnica informó también sobre la aplicación de diversas sanciones a jugadores y miembros del personal técnico de los equipos, los cuales incurrieron en diversas faltas al Reglamento.
En este sentido, se sancionó al estadounidense Carl Elliot, refuerzo de Cocodrilos de Caracas, con multas por el orden de los BsF. 25.000,00. El base escolta fue castigado por agresiones gestuales y verbales a los árbitros que actuaron en el primer juego de la final, en Puerto La Cruz, y por ser protagonista de un altercado con personas del público que asistió al segundo partido de la serie, a las que agredió gestual y verbalmente, según los informes. En total, fueron cinco las multas impuestas al jugador.
Por los hechos de la final, fueron varios los sancionados, todos de Marinos. El entrenador Henry Paruta y el base Gregory Vargas fueron multados con BsF. 7.000,00 cada uno, por agresión gestual contra uno de los árbitros del encuentro, mientras que los integrantes del cuerpo técnico del equipo, el asistente Julio Rausseo y el preparador físico Luis Mejía, deberán cancelar BsF. 4.000,00 cada uno por agredir verbalmente a los colegiados. Así mismo, el comentarista José Delgado Rivero ha sido castigado con una multa de BsF. 9.000,00 por criticar la actuación de los árbitros a través del audio interno, en medio del desorden, incitando con ello aún más al público.
En otro orden, Leon Rodgers, de Marinos, y Néstor Colmenares, de Cocodrilos, tendrán que cancelar sendas multas de BsF. 3.500,00 por incurrir en agresión gestual mutua en un pasaje del segundo juego de la serie. Colmenares, además, fue castigado con BsF. 4.000,00 por agresión verbal contra los colegiados del quinto juego.
Sobre la base de los artículos 108.3 y 338.A referidos a situaciones como las suscitadas en Puerto La Cruz al cierre del séptimo encuentro de la final, la Comisión Técnica procedió a decretar la penalidad, por lo que el próximo encuentro de Marinos deberá jugarse sin la presencia de público.
La Junta Directiva de la LPB analizará aplicar otras sanciones ejemplarizantes por los hechos de violencia suscitados a escasos segundos del cierre del séptimo juego de la final, para lo cual se celebrará una reunión extraordinaria de propietarios en los próximos días, tal como lo anunció Jorge Hernández, presidente de la Liga, quien indicó en días pasados que “debemos tomar medidas más fuertes que las contenidas en el Reglamento”.
En dicho cónclave, el circuito estudiará también la aplicación de correctivos efectivos para incrementar los controles y los dispositivos de seguridad en los gimnasios, para erradicar cualquier manifestación de violencia o exceso en los recintos deportivos.
En su comunicado, la Comisión Técnica informó también sobre la aplicación de diversas sanciones a jugadores y miembros del personal técnico de los equipos, los cuales incurrieron en diversas faltas al Reglamento.
En este sentido, se sancionó al estadounidense Carl Elliot, refuerzo de Cocodrilos de Caracas, con multas por el orden de los BsF. 25.000,00. El base escolta fue castigado por agresiones gestuales y verbales a los árbitros que actuaron en el primer juego de la final, en Puerto La Cruz, y por ser protagonista de un altercado con personas del público que asistió al segundo partido de la serie, a las que agredió gestual y verbalmente, según los informes. En total, fueron cinco las multas impuestas al jugador.
Por los hechos de la final, fueron varios los sancionados, todos de Marinos. El entrenador Henry Paruta y el base Gregory Vargas fueron multados con BsF. 7.000,00 cada uno, por agresión gestual contra uno de los árbitros del encuentro, mientras que los integrantes del cuerpo técnico del equipo, el asistente Julio Rausseo y el preparador físico Luis Mejía, deberán cancelar BsF. 4.000,00 cada uno por agredir verbalmente a los colegiados. Así mismo, el comentarista José Delgado Rivero ha sido castigado con una multa de BsF. 9.000,00 por criticar la actuación de los árbitros a través del audio interno, en medio del desorden, incitando con ello aún más al público.
En otro orden, Leon Rodgers, de Marinos, y Néstor Colmenares, de Cocodrilos, tendrán que cancelar sendas multas de BsF. 3.500,00 por incurrir en agresión gestual mutua en un pasaje del segundo juego de la serie. Colmenares, además, fue castigado con BsF. 4.000,00 por agresión verbal contra los colegiados del quinto juego.