Pero en ninguno de los recorridos pudo encontrar un terreno propicio para ensayarse en algo parecido a las dunas. Claro, estas no existen en Colombia, aunque sí son el plato fuerte en el Dakar.
Sin embargo, acumuló la experiencia suficiente para enfrentarse a los 9.000 kilómetros que deberá afrontar en esta nueva odisea.
"Todo para nosotros será nuevo; enfrentaremos terrenos desconocidos, que le darán mucho más emoción a la competencia", dijo antes de partir y de sentenciar que su meta es "mejorar el puesto 101 que obtuve el año pasado. Lo importante fue que terminé y espero lograrlo también este año".
Y ¿cuál será su estrategia? "vivir el Dakar día a día". Y su sueño es poder acabarlo para convertirse en un ejemplo para las nuevas generaciones.
"El deporte y concretamente, el Dakar, puede ser un eje educativo, para mostrar que luchando pacíficamente, uno puede vivir cosas y salir adelante". Para Chilo, esa es la vertiente colectiva y social del sueño dakariano.
En esta segunda oportunidad, podrá abonarle más experiencia y conocimiento del terreno, especialmente de la arena, que es la más difícil de manejar.
Y en lo que sí se sentirá seguro será en el manejo del reglamento. "En muchos casos uno se mide mucho, para que no lo vayan a sancionar. Yo, por ejemplo, tuve mucho temor de hacer cosas, pensando en que la iba a embarrar, como acelerar en algunos sectores o no cumplir con los controles de paso".
Y como este tipo de carreras exige estar en forma, Juanes montó bicicleta y fue al gimnasio. "La tendencia era subir de peso y masa muscular y en ese sentido estamos muy fuertes".
Y aunque no ha tenido un tipo de preparación especial, sí esta listo físicamente para afrontar "lo que venga", incluso en el tema de la navegación. Esto, según Juan Esteban, es lo mínimo, para poder sobrevivir en una carrera que es un misterio.
Sin embargo, acumuló la experiencia suficiente para enfrentarse a los 9.000 kilómetros que deberá afrontar en esta nueva odisea.
"Todo para nosotros será nuevo; enfrentaremos terrenos desconocidos, que le darán mucho más emoción a la competencia", dijo antes de partir y de sentenciar que su meta es "mejorar el puesto 101 que obtuve el año pasado. Lo importante fue que terminé y espero lograrlo también este año".
Y ¿cuál será su estrategia? "vivir el Dakar día a día". Y su sueño es poder acabarlo para convertirse en un ejemplo para las nuevas generaciones.
"El deporte y concretamente, el Dakar, puede ser un eje educativo, para mostrar que luchando pacíficamente, uno puede vivir cosas y salir adelante". Para Chilo, esa es la vertiente colectiva y social del sueño dakariano.
En esta segunda oportunidad, podrá abonarle más experiencia y conocimiento del terreno, especialmente de la arena, que es la más difícil de manejar.
Y en lo que sí se sentirá seguro será en el manejo del reglamento. "En muchos casos uno se mide mucho, para que no lo vayan a sancionar. Yo, por ejemplo, tuve mucho temor de hacer cosas, pensando en que la iba a embarrar, como acelerar en algunos sectores o no cumplir con los controles de paso".
Y como este tipo de carreras exige estar en forma, Juanes montó bicicleta y fue al gimnasio. "La tendencia era subir de peso y masa muscular y en ese sentido estamos muy fuertes".
Y aunque no ha tenido un tipo de preparación especial, sí esta listo físicamente para afrontar "lo que venga", incluso en el tema de la navegación. Esto, según Juan Esteban, es lo mínimo, para poder sobrevivir en una carrera que es un misterio.
