Miles de aficionados madridistas aguantaron hasta casi el amanecer de domingo para celebrar con su equipo la consecución de un sueño largamente esperado, la conquista de su décima Copa de Europa, celebración que tuvo su momento culminante cuando Sergio Ramos colocó la bufanda con los colores del Real Madrid a la diosa Cibeles.
El Real Madrid llegó a la Plaza de Cibeles al borde de las 6 de la mañana (04.00 GMT) tras pasearse triunfalmente por el Paseo de la Castellana y Paseo de Recoletos desde el estadio Santiago Bernabéu, donde dejaron el autobús que les trasladó desde el madrileño aeropuerto Adolfo Suárez para subirse a uno descubierto en el que hicieron el recorrido recibiendo el cariño de su afición.
Tras hacer una entrada triunfal en la plaza, los jugadores madridistas, con su entrenador, Carlo Ancelotti, al frente portando la Copa conquistada ayer en Lisboa, subieron a la pasarela montada alrededor de la Fuente de la Cibeles para saludar a los aficionados que abarrotaban la plaza y aledaños.
Tras dar toda la vuelta a la fuente llegó el momento cumbre de la celebración madridista en su plaza talismán. Iker Casillas, como capitán del equipo, agradeció primero a la afición su presencia hasta altas horas de la madrugada para celebrar con ellos el título europeo y se encaramó, junto a Sergio Ramos, a una estructura montada ex profeso para colocar a la diosa la bufanda y una bandera con los colores del Real Madrid.
Fue finalmente el defensa sevillano el encargado de cumplir con la tradición entre el delirio de los varios miles de seguidores madridistas que esperaron pacientemente más de seis horas la llegada de sus héroes.
Tras colocar las enseñas y ofrecer la Copa desde lo más alto de la fuente junto a Casillas, el Real Madrid se retiró para descansar y volver con su afición en una fiesta que el club ha preparado en su estadio hoy, domingo, a partir de las 21.30 horas (19.30 GMT) y tras haber visitado las distintas instituciones madrileñas.