Un equipo de investigadores ha encontrado recientemente que la fruta del mango es efectiva para prevenir y detener el crecimiento de células cancerosas de las formas más comunes de cáncer del colon y cáncer del seno. Esto es según un nuevo estudio realizado por científicos de la Cooperativa de Investigación en Alimentos de Texas, que examinó las cinco variedades de mangos más comunes en los EE.UU.: Kent, Francine, Ataulfo, Tommy, Atkins y Haden.
Aunque el mango es una fruta antigua muy consumida en muchas partes del mundo, poco se sabe acerca de sus aspectos sobre la salud. La Junta Nacional del Mango encargó una serie de estudios conducidos por varios científicos de los EE.UU. para ayudar a determinar su valor nutricional.
"Si nos fijamos en lo que actualmente se percibe como un súper alimento, la gente piensa mayormente sobre su capacidad antioxidante, y sin embargo, el mango no pertenece del todo a este grupo", dijo la Dra. Susanne Talcott, quien junto con su esposo, el Dr. Steve Talcott, realizó un estudio acerca del impacto del mango sobre células cancerosas. "En comparación con los antioxidantes que se encuentran en el arándano, açaí y la granada, el mango no se encuentra ni siquiera cerca de éstos".
Sin embargo, el equipo comprobó las propiedades del mango contra las células de cáncer de todos modos, y encontró -sorpresivamente- que el mango impide o detiene el crecimiento de las células del cáncer de mama y del colon respectivamente. "Tiene cerca de cuatro a cinco veces menos capacidad antioxidante que una uva, y sin embargo en muy efectivo en la actividad contra el cáncer. Si se mira desde el punto de vista fisiológico y nutricional, el mango debe ser considerado como un súper alimento ", dijo. "Sería algo muy bueno el incluir mangos como parte de la dieta regular."
Los Talcotts utilizaron extractos de los polifenoles del mango y realizaron pruebas in vitro contra células del cáncer del colon, de mama, de pulmón, contra la leucemia y contra el cáncer de próstata. Los polifenoles son sustancias naturales que se encuentran en las plantas y se asocian con una variedad de compuestos que promueven la buena salud.
El mango también mostró tener algunos efectos benignos contra el cáncer del pulmón, la leucemia y el cáncer de próstata, pero fue mucho más efectivo contra las formas más comunes de cáncer del seno y cáncer de colon. "Hemos encontrado que las células normales no sufrieron daños, por lo que -obviamente- el mango no es dañino en el cuerpo", dijo. "Esa es una observación de carácter general para cualquier agente natural, que ataca a las células cancerosas sin afectar a las células sanas, por lo menos en concentraciones razonables."
El estudio encontró que el ciclo celular, que es la división por la que pasan las células, fue interrumpido. Esta información es crucial, Suzanne Talcott dijo, porque indica un posible mecanismo de cómo las células cancerosas pueden ser detenidas o interrumpir su crecimiento y propagación. "Para aquellas células que pueden estar a punto de mutar o ser dañadas, los polifenoles del mango pueden prevenir este tipo de daño," dijo.
Los Talcotts esperan realizar un pequeño ensayo clínico con individuos que tienen una mayor inflamación en sus intestinos, por tanto, un mayor riesgo de cáncer."A partir de ahí, si hay alguna eficacia probada, entonces nos embarcaríamos en un ensayo a gran escala para ver si hay alguna relevancia clínica detrás del mango y el cáncer", dijo la Dra. Talcott.
Según la Junta Nacional del Mango, con sede en Winter Park, Florida, la mayoría de los mangos consumidos en los EE.UU. se producen en México, Ecuador, Perú, Brasil, Guatemala y Haití. Los mangos son nativos del sureste de Asia y la India y se producen en climas tropicales. Fueron introducidos a los EE.UU. a finales del 1800, y aún existen unas pocas hectáreas comerciales en California y Florida.
Aunque el mango es una fruta antigua muy consumida en muchas partes del mundo, poco se sabe acerca de sus aspectos sobre la salud. La Junta Nacional del Mango encargó una serie de estudios conducidos por varios científicos de los EE.UU. para ayudar a determinar su valor nutricional.
"Si nos fijamos en lo que actualmente se percibe como un súper alimento, la gente piensa mayormente sobre su capacidad antioxidante, y sin embargo, el mango no pertenece del todo a este grupo", dijo la Dra. Susanne Talcott, quien junto con su esposo, el Dr. Steve Talcott, realizó un estudio acerca del impacto del mango sobre células cancerosas. "En comparación con los antioxidantes que se encuentran en el arándano, açaí y la granada, el mango no se encuentra ni siquiera cerca de éstos".
Sin embargo, el equipo comprobó las propiedades del mango contra las células de cáncer de todos modos, y encontró -sorpresivamente- que el mango impide o detiene el crecimiento de las células del cáncer de mama y del colon respectivamente. "Tiene cerca de cuatro a cinco veces menos capacidad antioxidante que una uva, y sin embargo en muy efectivo en la actividad contra el cáncer. Si se mira desde el punto de vista fisiológico y nutricional, el mango debe ser considerado como un súper alimento ", dijo. "Sería algo muy bueno el incluir mangos como parte de la dieta regular."
Los Talcotts utilizaron extractos de los polifenoles del mango y realizaron pruebas in vitro contra células del cáncer del colon, de mama, de pulmón, contra la leucemia y contra el cáncer de próstata. Los polifenoles son sustancias naturales que se encuentran en las plantas y se asocian con una variedad de compuestos que promueven la buena salud.
El mango también mostró tener algunos efectos benignos contra el cáncer del pulmón, la leucemia y el cáncer de próstata, pero fue mucho más efectivo contra las formas más comunes de cáncer del seno y cáncer de colon. "Hemos encontrado que las células normales no sufrieron daños, por lo que -obviamente- el mango no es dañino en el cuerpo", dijo. "Esa es una observación de carácter general para cualquier agente natural, que ataca a las células cancerosas sin afectar a las células sanas, por lo menos en concentraciones razonables."
El estudio encontró que el ciclo celular, que es la división por la que pasan las células, fue interrumpido. Esta información es crucial, Suzanne Talcott dijo, porque indica un posible mecanismo de cómo las células cancerosas pueden ser detenidas o interrumpir su crecimiento y propagación. "Para aquellas células que pueden estar a punto de mutar o ser dañadas, los polifenoles del mango pueden prevenir este tipo de daño," dijo.
Los Talcotts esperan realizar un pequeño ensayo clínico con individuos que tienen una mayor inflamación en sus intestinos, por tanto, un mayor riesgo de cáncer."A partir de ahí, si hay alguna eficacia probada, entonces nos embarcaríamos en un ensayo a gran escala para ver si hay alguna relevancia clínica detrás del mango y el cáncer", dijo la Dra. Talcott.
Según la Junta Nacional del Mango, con sede en Winter Park, Florida, la mayoría de los mangos consumidos en los EE.UU. se producen en México, Ecuador, Perú, Brasil, Guatemala y Haití. Los mangos son nativos del sureste de Asia y la India y se producen en climas tropicales. Fueron introducidos a los EE.UU. a finales del 1800, y aún existen unas pocas hectáreas comerciales en California y Florida.