Con 10 temporadas en las Grandes Ligas, promedio al bate de por vida de .258, porcentaje de fildeo de .969 %, 568 carreras anotadas y 1.199 hits, Alfonso “Chico” Carrasquel pasa a la historia como el tercer venezolano en jugar en la Major League Baseball (MLB) y el cuarto mejor campo corto venezolano de todos los tiempos.
Pero más sorprendente que sus numeritos es el cariño que le profesan los amantes de la pelota del mundo, y que él supo conquistar durante sus años de vida gracias a su espontaneidad y humildad.
El 26 de mayo de 2005, Venezuela y el mundo lloró la partida, a los 77 años, de “Chico” Carrasquel, un caraqueño que conectó su primer jonrón en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) a los 17 años y a los 22 se entera por un amigo que los Medias Blancas de Chicago le abrían la puerta a la gran carpa.
Chico, como fue bautizado por su compañeros en Estados Unidos -porque nunca perdió su acento caraqueño al hablar-, inició en 1946 su carrera en la LVBP con el equipo Cervecería Caracas. En 1949 forma parte del equipo menor de los Dodgers de Brooklyn, hasta que el 18 de abril de 1950, portando el número 17 de los Medias Blancas, conecta su primer hit en las mayores ante el derecho Ned Garver, de los Carmelitas de San Luis, y se gana el corazón de la afición, que hasta ese momento no entendía cómo un venezolano era el sustituto de Luke Applin, quien había sido el campo corto del equipo por 20 años.
Su sencillez lo acompañó siempre, hasta cuando contaba sus anécdotas: “¿El primer juego en las grandes ligas? Eso es algo inolvidable para un novato. Aquel ambiente con tu uniforme y tus zapatos limpiecitos, como si uno iba a salir a modelar”, relató durante una de últimas entrevistas concedidas desde su casa al periodista Ramón Corro.
Ese recordado primer día fue el inicio de 10 años de gloria para Chico. En la primera temporada quedó tercero en la votación para novato del año. En su segunda temporada batió el récord de más chances consecutivos sin cometer error para un campo corto, con 297 jugadas perfectas, reseña el sitio web de la LVBP.
En 1951 se convierte en el primer latino que participa en un Juego de Estrellas de la gran carpa, actuación que se repitió tres veces más.
Luego de exitosas campañas vestido de blanco y negro, los Medias Blancas lo ceden a los Indios de Cleveland, cambio que deja libre su posición para ser ocupada por su paisano y posterior miembro del Salón de la Fama, Luis Aparicio Jr.
Con los nativos jugó hasta 1958, la temporada siguiente vistió el uniforme de los Atléticos de Kansas City y el 23 de septiembre de 1959, Chico se despide de la gran carpa con los Orioles de Baltimore.
Tras su retiro, se destacó como mánager en la LVBP, logrando el título de la Serie del Caribe de 1982 con los Leones del Caracas y posteriormente fue el representante de comunicación con la comunidad para los Medias Blancas.
VIDA DE ANÉCDOTAS
Alfonso “Chico” Carrasquel, como sobrino de Alejandro “Patón” Carrasquel, el primer venezolano en entrar en las Grandes Ligas con los Senadores de Washington, en 1939, siempre estuvo inmerso en el mundo de la pelota.
Entre sus anécdotas, comentó en una oportunidad que en Estados Unidos siempre sufrió “de ‘mamitis”.
“Recuerdo que yo llevé a mi mamá a un homenaje que me hicieron en el Yankee Stadium, de Nueva York, esa fue la primera vez que la vi maquillada, la senté detrás de dogout de los Medias Blancas y fue mi fanática número uno ese día”.
Su elocuencia fue la característica distintiva de sus entrevistas. Siempre contaba sus avatares por no entender inglés. “Cuando el entrenador daba sus mítines yo me ponía en el último lugar, cuando los demás decían ‘sí’, yo repetía lo mismo, es que no entendía”, comentó Chico ante la pregunta de Corro.
Como figura influyente de la pelota en el país, Venezuela le rindió honores a Carrasquel en 1991, remodelando el estadio de Puerto La Cruz, en Anzoátegui, y bautizándolo con su nombre. La infraestructura es la casa de los Caribes de Anzoátegui y tiene una capacidad de 18.000 espectadores.
