Una nueva protesta en demanda de viviendas populares y en contra de la realización del Mundial de Brasil 2014, que comienza en solo tres semanas, bloqueó varias calles de la ciudad de Sao Paulo, sede del partido inaugural del certamen, y llevó al comercio a cerrar sus puertas más temprano.
Convocadas bajo la consigna "Hexa de los derechos", en alusión al "soñado" sexto título mundial de fútbol que Brasil buscará en casa, unas 5.000 personas, según estimó la policía militarizada, tomaron las calles de la región oeste de la metrópolis, provocando trastornos en las inmediaciones de las estaciones de metro y bloqueo de calles y avenidas.
La marcha fue convocada por movimientos que reivindican la construcción de viviendas populares, entre ellos el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), colectivo que desde hace tres semanas protagoniza la ocupación de un terreno en un acto denominado "Copa del Pueblo".
El predio, abandonado desde hace unos 20 años, fue ocupado por unos 4.000 integrantes del movimiento y se localiza a unos cuatro kilómetros del estadio Arena Corinthians, en el que Brasil y Croacia disputarán el próximo 12 de junio el partido de apertura del Mundial.
"Hoy es nuestro tercer acto. Queremos traer la Copa para los trabajadores. Los empresarios y la FIFA tuvieron su pedazo del pastel. El trabajador ahora quiere su porción de la torta", dijo el coordinador del MTST, Guilherme Boulos.
El dirigente dijo que en la noche del miércoles se celebró una reunión entre el movimiento y empresarios de la constructora Viver, dueña del terreno baldío.
Según el activista, la empresa se mostró favorable a encontrar "una solución pacífica" al asunto, pero aclaró que hasta que las cerca de mil familias que ocupan el terreno no tengan garantías de que se les entregarán viviendas, no saldrán del lugar.
Un tribunal regional falló a favor de la restitución del terreno a sus dueños, pero el juez que se encarga del caso resolvió no dar la orden de desalojo hasta que se realice una audiencia de conciliación, prevista para mañana viernes.
"Si vienen mañana y quieren desocupar sin negociar, sin dar garantías reales a esas familias, habrá resistencia. Si insisten va a haber una Copa de sangre", advirtió Boulos.
La marcha fue acompañada por la llamada "Tropa de Brazo" de la policía militarizada, batallón que tiene por principio no usar armas contra manifestantes. Por el momento, la marcha es pacífica.
La movilización ocurre en paralelo a una huelga que por tercer día consecutivo realizan conductores y cobradores de autobues, en el marco de la cual millares de personas quedaron varadas en varios puntos de la ciudad.
La huelga, que prosigue y se extendió a la región metropolitana de la ciudad, pudo sentirse en varias estaciones de metro y tren, las cuales se vieron desbordadas a raíz de la medida de lucha, que fue implementada por trabajadores del transporte disidentes del sindicato que representa al sector.