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martes, 21 de octubre de 2014

Así es trabajar con José Néstor Pékerman

Gerardo Salorio camina lento. Las manos en los bolsillos. 

La mirada recia, desconfiada. La cabellera blanca y un prominente bigote plateado lo delatan. Se acerca y saluda con timidez. Mientras no habla de fútbol –confiesa-- siempre maneja ese bajo perfil. Así era desde cuando conoció a José Pekerman hace ya casi 30 años. Fue uno de sus colaboradores más cercanos en la selección Argentina de mayores y en la juvenil, con la que ganaron cinco títulos mundiales.
Saluda con firmeza. Es de carácter, pero también de buen humor. Nació en Buenos Aires. Tiene 55 años. Esta es su tercera visita a Colombia, siempre por cuestiones de fútbol, ya que desde hace años se dedica a dar charlas. Tiene mucho que contar, no solo porque estuvo presente en la selección Argentina cuando debutó Lionel Messi, sino porque conoce bien a Pékerman, el seleccionador de Colombia. Salorio era su preparador físico en Argentina; hoy es su amigo a la distancia.
¿Cómo conoció a José Pékerman?
De forma fortuita, en el club Argentinos Juniors. Él era DT de la reserva y yo era profe de las categorías mayores, en las inferiores. Me propusieron ser su preparador físico y acepté. Empezamos a congeniar. Y bueno, a trabajar 10 años juntos hasta que él se fue al Colo Colo de Chile. Me llamó cuando volvió a la Selección en el 94. Con él estuve desde ese momento hasta el 2002. Ahí se va y vuelve en el 2004. Trabajamos en el Mundial de Alemania, luego me ofreció que fuéramos a un par de lugares, pero dije que no, no por algo personal sino porque yo estaba arraigado a la selección Argentina.
¿Qué recuerda de su trabajo junto a él en las selecciones de Argentina?
Se trabajaba con tranquilidad, sin problemas, es un jefe muy, muy normal. Los técnicos a veces no son muy normales; son complicados, tienen sus enojos, sus peleas. Él no. Para verlo enojado realmente le tienes que hacer algo muy feo. Tiene una paz interior muy importante.
¿Cómo trabajaban en esa época?
En equipo. Cada uno tenía un don que el otro no tenía, esa era la brillantez del grupo técnico. Pékerman sabía sacar a flote el don de los demás y lo ponía al servicio del equipo. “No solo utilizo mi cerebro sino que pido prestado el de los demás”, es una frase que utilizo en mis charlas y sirve para describir eso. Él lograba amalgamar que cada uno cumpliera una función que sobresalía sobre el resto. No ganamos el Mundial de mayores (en Alemania 2006) porque nos pasó como a Colombia: jugamos con el local.
¿A propósito, cómo le pareció la actuación de Colombia en el Mundial?
Colombia estuvo muy cerca con Brasil. Tuvo 60 minutos en los que Brasil tuvo que dejar la vida para ganarle. Después pedía la hora desesperadamente porque Colombia lo metió en un arco y quedó demostrado que Colombia era mucho más, pero bueno, el local siempre tiene una ayuda más para meterse; después se comió siete goles con Alemania. Creo que Colombia con Alemania no se hubiera comido siete goles nunca. Hubiera sido muy parejo.
¿Esperaba que Pékerman renovara como lo hizo después del Mundial?
Me llamó la atención que hubiera renovado. Él no es de quedarse en muchos lugares. Pero después, estudiándolo, veo que renovó porque vio futuro. Uno analiza las selecciones del continente y las veo a todas en reparación. Él debió analizar que Colombia tiene jugadores de mucho futuro.
¿Qué le ha favorecido a Pékerman en Colombia?
Muchas cosas. Por ejemplo la sede. Bogotá tiene una altura que a muchos no les hace mella, no es determinante, no es La Paz. Barraquilla sí, allí transpiras sentado. El público es más caliente, es más fervoroso; el bogotano es más frío, más tranquilo, grita “¡Colombia, Colombia!” y ya. El de allá no, el de allá demuestra todo el calor que tiene, le brota por los poros.
Además, José conoce el país. Creo que no lo catalogan extranjero. Al conocer el país puede tomar decisiones que otro DT no tomaría. Se fortalece. Es más respetado por el periodismo, por la gente, lo sienten como un colombiano más y eso es una ventaja. Cualquier técnico que llegara extranjero y perdiera cuatro partidos, ustedes le hubieran pasado la ‘brocha gorda’. A José creo que no.
¿Le sorprendió que viniera a dirigir acá?
No, porque conocía el lugar. Él elige bien. No fue un tema solo económico, eso es importante, pero primero él analizó qué jugadores había, qué posibilidades y qué potencial. Cuando vio que había todo eso, creo que tomó la decisión de decir sí, vamos, y lo mismo para renovar. Es muy analítico, no da el sí porque sí. Analiza todo y tiene un cuerpo técnico muy importante a su alrededor.
¿Cómo ve hoy a la selección Colombia?
El futbol colombiano tiene todo para ser el mejor, el problema es que se dé cuenta. Que vea que puede dominar el continente junto a Brasil y Argentina. Han tenido camadas bravas y las han desperdiciado. Es muy importante el trabajo de las juveniles, armar una estructura de juveniles no pensando en ganar el suramericano, eso es un accidente, eso viene solo. Yo creo que las fuerzas básicas necesitan un cambio más competitivo. Argentina, por ejemplo, tiene un torneo de inferiores muy, muy fuerte, con casi 40 partidos al año. Las federaciones tienen que hacer campeonatos atractivos, que los chicos sean competitivos desde los 12 años para lograr recambios. Colombia no debe perder algo que Argentina está perdiendo: ustedes están jugando bien; Argentina está perdiendo esa calidad. Ahora le tienen que dar dinámica a su fútbol y fortaleza. Colombia es candidato para ganar la Copa América. Y va a estar en el próximo mundial.
A propósito, Pékerman insistió en que no iba a tomar las juveniles de la Selección, uno pensaba que esa iba a ser una de sus exigencias para renovar…
Yo también lo pensé. Pero creo que él tiene todo apuntado y sabe que puede hacer crecer este equipo un 40 o un 50 por ciento más y no quiere dividir esfuerzos. Tomar las menores requiere muchos esfuerzos.
¿Qué anécdota recuerda de Pékerman?
Muchas, ahora recuerdo que un día le entregaban un premio en Córdoba (Argentina) y él es muy distraído, fue con una zapatilla de un color y otra de otro ja ja. Es un tipo especial, muy laburador, inclusive enojado lo tienes que conocer bien porque no te das cuenta que está enojado.
¿Y Se enoja fácil?
No es fácil. Ni difícil. Pero tiene carácter, no te creas. Lo que pasa es que hay que conocerlo. Es carismático, no vas a tener problemas con él, pero se enoja como todos. Lo que pasa es que no lo demuestra como yo, que si me enojo ahora tiro tu grabadora lejos jeje. Él ignora, yo no. Somos diferentes. A él lo enoja la trampa. La falta de verdad. Lo enoja el egoísmo. Lo puede enojar lo que demuestran sus equipos en la cancha.
¿Por qué usted no está trabajando hoy con Pékerman?
Sabía que no me iba a llamar, era lógico, tenía ya su cuerpo técnico y sabía que yo estaba muy arraigado en Argentina. Quizá si hubiera reformado las juveniles me hubiera animado a colaborar, pero con él a cargo, ojo, no estoy diciendo que quiero venir eh. Cuando salió lo de Colombia él tenía su derecho de trabajar con la gente que venía acompañándolo y yo no estuve con él ni en México ni en España. Llegó el profesor Urtasún (Eduardo) que era el preparador físico que trabajó conmigo en las selecciones argentinas. Pékerman me dio en su momento todas las posibilidades de seguir con él y yo decidí que mi mundo era Argentina. Hoy nos une la admiración mutua y la amistad que tenemos hace casi 30 años. Le deseo siempre lo mejor como él me debe desear lo mismo a mí.
¿Cómo es la relación hoy?
Los caminos se han bifurcado, él por un camino del bien y yo por otro del bien. Estoy contento por él que le ha ido bien en Colombia. Solo tengo agradecimiento de las veces que trabajé con él, nunca sabemos si volveremos a trabajar, igual deseo que le vaya bien, salvo cuando juega con Argentina je je.
Gerardo Salorio. (Carlos Ortega/ETCE)
Háblenos de Messi. Usted lo conoce bien porque él debuta en la selección de Argentina estando usted allí…
Sí, debutó en la cancha de Argentinos. Fue un 10 de junio del 2004. Victoria 8-0 con Paraguay. Messi convierte el séptimo gol y tira el centro del cuarto gol… Cuando vimos el video de él era un jugador diferente, enseguida se armó un amistoso para que quedara fichado con Argentina. Contamos con la colaboración del jugador. Se lo quitamos a España. Ya estaba citado para jugar en España. Fue rapidez mental de Julio Grondona, de Hugo Tocalli, de traerlo a jugar rápido. En Argentina ganó un instinto diferente, un carácter diferente.
¿Finalmente, le gustó su visita a Colombia?
Si, fue muy breve pero sí. Mi anterior experiencia no fue buena. Me trajo un señor Fidel (no recuerda bien el apellido) que trabajaba con la Federación Colombiana de Fútbol. Me trajo para dar charlas en varias ciudades, pero me quedó debiendo mucho dinero. Aún hoy espero encontrármelo.
Eduardo Salorio está a cargo de la formación de diferentes Centros de Alto Rendimiento en Argentina. Como preparador físico, por 20 años en la Selección Argentina, ganó cinco títulos mundiales:
Catar 1995 Campeón Mundial sub-20
Malasia 1997 Campeón Mundial sub-20
Argentina 2001 Campeón Mundial sub-20
Holanda 2005 Campeón Mundial sub-20
Canadá 2007 Campeón Mundial sub-20
Cuatro Suramericanos:
Chile 1997 Campeón Sudamericano sub-20
Argentina 1999 Campeón Sudamericano sub-20
Uruguay 2003 Campeón Sudamericano sub-20
Bolivia 2003 Campeón Sudamericano sub-17
Gerado Salorio se dedica a hablar de fútbol. En su página en Internet www.gerardosalorio.com se encuentran sus opiniones diarias sobre la actualidad del fútbol.
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