Victoria por aplastamiento. El diagnóstico fue claro en Anfield este miércoles, con un Real Madrid que sometió al Liverpool a una derrota de esas que escuecen. Porque al equipo de Carlo Ancelotti le bastaron cuarenta y cinco minutos para desmontar a los ingleses para después limitarse a aguantar el resultado durante toda la segunda mitad. Algo impropio en un choque entre dos grandes del Viejo Continente. Pero es que al Real Madrid le salió todo en la primera parte.
Empezando por una efectiva presión, rápidas transiciones y una efectividad letal en el ataque. Cristiano Ronaldo marcó un bonito gol a los veinte minutos, aprovechando un pase elevado de James Rodríguez. Siete minutos después sería Karim Benzema quien marcara de cabeza al saque de un córner. Y cinco minutos antes del descanso, el ariete galo todavía abriría más brecha en el marcador en boca de gol tras otro córner que tocó Pepe. Tres goles que permitieron al Real Madrid reservar fuerzas y nervios para el Clásico del próximo sábado. El 'chorreo', cinco años después, estaba ya consumado.