A final de temporada se decidirá el futuro de Pedro Rodríguez. El canario está descontento por el poco protagonista del que está gozando esta temporada. El tridente formado por Messi, Neymar y Luis Suárez le cierra el paso y le deja los minutos residuales de los partidos, algo a lo que no está acostumbrado.
La dirección deportiva es consciente de ello y Luis Enrique tiene en mente la solución para satisfacer al internacional y, de paso, solventar la marcha de Dani Alves en junio.
El técnico asturiano y sus asistentes se están planteando reconvertir a Pedro como lateral derecho. Su físico, desborde y velocidad se adaptan perfectamente al estilo de juego del Barça, que exige a los carrileros algo más que despliegue defensivo. En este sentido, el tinerfeño aporta una interesante combinación de brega, experiencia y argumentos ofensivos que le convierten en una opción nada despreciable para cubrir a Alves, cuya vacante no podría ser reemplazada por ningún fichaje hasta enero de 2016.
19 partidos de titular: sólo lo ha sido en 12 de Liga, 3 de Copa y 4 de Champions
La idea que Lucho medita implantar recuerda a la que en su día tuvo Bobby Robson con él mismo o a la que tuvo Unai Emery con Jordi Alba en 2009. El que entonces era técnico del Valencia retrasó de posición al hoy futbolista azulgrana y lo convirtió en uno de los mejores laterales izquierdos del mundo. Su Eurocopa 2012 fue para enmarcar.
Teniendo en cuenta la sanción de la FIFA y las dudosas prestaciones de Montoya y Douglas, Luis Enrique confía en Pedro como relevo natural de Alves. Este año, sin ir más lejos, el atacante ya dio un paso atrás respecto a su posición habitual. Fue en diciembre, en el Camp Nou, en el encuentro contra el PSG
correspondiente a la fase de grupos de la Champions. El Barça necesitaba ganar para clasificarse como primero y salió con un 3-4-3, con tres centrales y dos carrileros asimétricos. Luis Enrique, que tenía la baja de Alves, situó a Bartra, Piqué y Mathieu atrás y a Pedro abierto a la derecha más preocupado de cubrirle la espalda a Messi que de llegar a línea de fondo. En la banda opuesta, Iniesta y Neymar se repartieron el espacio de forma más equitativa. La prueba funcionó y Lucho recibió elogios por la idea. El Barça ganó 3-1.
correspondiente a la fase de grupos de la Champions. El Barça necesitaba ganar para clasificarse como primero y salió con un 3-4-3, con tres centrales y dos carrileros asimétricos. Luis Enrique, que tenía la baja de Alves, situó a Bartra, Piqué y Mathieu atrás y a Pedro abierto a la derecha más preocupado de cubrirle la espalda a Messi que de llegar a línea de fondo. En la banda opuesta, Iniesta y Neymar se repartieron el espacio de forma más equitativa. La prueba funcionó y Lucho recibió elogios por la idea. El Barça ganó 3-1.
De todas formas, Pedro, que acaba contrato en junio de 2016, tiene una conversación pendiente con el club a final de curso. En el encuentro, dependiendo de lo que le digan, tomará la decisión de seguir o de aceptar alguna de las ofertas que tiene sobre la mesa. La Premier le gusta.
