A James le llegó la mala hora una década después de su debut como futbolista. En los años anteriores siempre tuvo algún motivo para sonreír, pero en 2016 no se le ha visto feliz. Balance de una temporada para el olvido.
Llegando a Valdebebas perseguido por la Policía. Así comenzó el año para James. El episodio del 1 de enero en el que se presentó en la ciudad deportiva del Madrid por delante de un auto de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana que lo descubrió conduciendo a una velocidad excesiva, fue el abrebocas de la peor temporada de su carrera.
El 2016 no ha sido el año del volante colombiano. A 40 días de que llegue el 2017, y a falta de un par de compromisos importantes como el clásico contra el Barcelona(diciembre 3) y el Mundial de Clubes, se puede patentar dicha sentencia.