Fernando Gaviria sigue llenando de hazañas su historia en el ciclismo mundial y agrandando su nombre en el deporte que más gloria le ha dado a Colombia. El viernes, el antioqueño, que por sus 22 años sigue portando el rótulo de ‘promesa’; se convirtió en el primer colombiano en ganar cuatro etapas en una misma edición del Giro de Italia, y en las tres grandes carreras del World Tour.
Y es que Gaviria no solo ha amplificado la historia del ciclismo colombiano, sino que también logró lo que por muchos años parecía un imposible: romper el paradigma de que el prototipo de ciclista hecho en Colombia solo sirve para etapas de montaña.
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En el Giro Centenario, la edición que todos quieren conquistar, ‘el misil’ de La Ceja sorprendió a todas las figuras estelares que llegaban con la intención de robarse el protagonismo.
Gaviria ha sido imparable en las etapas llanas, ‘caviar’ para los embaladores, y con una voracidad impresionante y un despliegue de potencia física increíble, ha puesto a ‘morder el polvo’ a quienes intentan acercársele en esos últimos y electrizantes doscientos metros, en los que el colombiano pareciera volar.
Una vez cruza la meta despliega sus brazos cuales alas para planear su aterrizaje, y levanta el puño en señal de autoridad , de supremacía, es su momento, -fue el más rápido entre los más rápidos-, es su celebración.