En un encuentro con periodistas españoles en un lujoso hotel del este de Londres, el antiguo atleta, doble campeón olímpico de 1.500 metros -Moscú 1980 y Los Ángeles 1984-, ha elogiado la capacidad organizativa de España y ha dejado claro que para albergar un Mundial se necesita una ciudad "que ayude a cimentar el atletismo entre los cuatro deportes más importantes del mundo".
"España ha sido la sede de Mundiales a todos los niveles: al aire libre, bajo techo, campeonatos juveniles... Ustedes saben cómo organizarlo", dijo Coe, de 60 años, al ser preguntado sobre la posibilidad de que Barcelona albergue el Mundial de dentro de seis años, tras los de Doha (Catar), en 2019, y Eugene (EE.UU), en 2021.
"Hemos de revisar y considerar el proceso de selección. Lo que está claro es que tenemos que acertar de pleno con el lugar en el que celebremos los futuros campeonatos. Debemos ver qué ciudades nos ayudarán con el legado y a involucrar a los jóvenes. Sin duda, Barcelona sería una buena sede", apuntó el presidente de la IAAF.
En el encuentro, marcado por los cerca de 50 minutos de retraso con los que llegó Coe y por el ambiente relajado de la charla, el antiguo atleta explicó algunos de los cambios que ha llevado a cabo en la IAAF desde que fuera elegido presidente, en 2015, al tiempo que valoró la retirada del jamaicano Usain Bolt, gran estrella del atletismo en los últimos diez años.
"El mundo seguirá girando sin Bolt, y el atletismo también. Todos pensaron lo mismo después de los Juegos de Sydney 2000, cuando se retiró Michael Johnson. Sin embargo, en ese momento un niño de 15 años que iba a hacer historia estaba ganando un Mundial juvenil", comentó.
"Usain ha prometido seguir ligado al atletismo. Todavía no hemos hablado de qué forma, pero lo que está claro es que no se va a ir del todo", apuntó Coe.
Preguntado sobre los cambios llevados a cabo desde su elección como presidente hace dos años, el británico afirmó que en los últimos ocho meses han "reformado el deporte" y hecho "más de 200 cambios", entre ellos el programa antidopaje y la congelación de los cambios de nacionalidad.
"Me cansé bastante de los constantes correos electrónicos entre federaciones y el 'mercado de atletas', y decidí que lo más sencillo era congelar los cambios de nacionalidad el pasado mes de febrero. Había 17 solicitudes pendientes en el sistema que había que procesar y mi instinto me dijo que lo necesario era detener estos cambios", subrayó el dirigente.
Esta nueva normativa busca frenar el aumento de nacionalizaciones de atletas que se ha producido en los últimos años, principalmente por las monarquías del Golfo Pérsico.
"Si un atleta empieza a competir bajo una bandera, debería retirarse defendiendo esos mismos colores, a menos que haya circunstancias evidentes de lo contrario. Un ejemplo claro es el de Wilson Kipketer, quien rompió mi récord de 800 metros: se casó con una mujer danesa y tuvo hijos en Dinamarca, entiendo su caso, pero no comprendo como cuatro días antes de los Juegos de Río de Janeiro 2016 nos tocó lidiar con 20 solicitudes de cambios de nacionalidad", dijo.
"No podemos tener un deporte acordonado por el traspaso de nacionalidades, y por ello es importante tener un sistema que lidie con todo esto y que restaure la confianza en el atletismo", apuntó.
Además, Coe valoró positivamente el Mundial de Londres, que se disputa en el Estadio Olímpico, al este de la capital, hasta el 13 de este mes, y afirmó que es el campeonato "más grande e importante que ha habido nunca".
"En todos los Mundiales hay desafíos que afrontar y estoy feliz de los que ha habido ahora. Hemos tenido las mejores clasificaciones, el mayor número de atletas compitiendo y una venta de entradas tremendamente exitosa. No lo digo como británico, sino desde mi posición como presidente de la IAAF: creo que son los campeonatos del mundo más grandes que se han celebrado", dispuso.
Por último, el dirigente apostó por dar un empujón definitivo al atletismo para que pase a ser "un deporte entre los cuatro más importantes del mundo".
"Nuestra fortaleza puede ser también nuestra mayor debilidad: tenemos a 214 países practicando este deporte, pero es muy complicado poner a todos de acuerdo. La pelea no es con el deporte olímpico, sino con otras competencias de las que hace diez años no se hablaba tanto", explicó.
"Debemos hacer que nuestro deporte se haga notar más, y para eso necesitamos más presencia en redes sociales, por ejemplo. Buscamos entrar en ese grupo de fútbol, baloncesto, automovilismo, tenis... Un punto clave es conseguir que toda esa gente que sale a correr a diario se sienta parte de este movimiento", concluyó Coe.
