La selección española derrotó a Lituania en una fiesta en El Helmántico, en su primer encuentro en el país tras conquistar el Mundial, en un partido que desatascó con dos goles Fernando Llorente y que cerró David Silva, con tres tantos de cabeza en la vuelta a casa del hijo predilecto Vicente Del Bosque.
El éxito del Mundial pasa factura. La selección española campeona del mundo está acusando el desgaste con lesiones de hombres importantes. La ausencia de Xavi Hernández es un quebradero de cabeza para cualquier técnico. El mejor 'cerebro' del planeta deja tocado a todo equipo que le pierde.
Si al jugador que marca un estilo y mejora a sus compañeros, se le suma la ausencia de su sustituto natural, Cesc Fábregas, y su escudero, Xabi Alonso -baja de última hora por gripe-, el centro del campo pierde su identidad. Del Bosque tiró de galones antes de apostar por un futbolista que jugase en su posición natural. Con Iniesta al mando, Cazorla pasó al centro.