Un triunfo que desahoga mucha tensión. La Selección Sub-22 de México que participará en la Copa América al fin encontró la victoria y quizá un estilo de juego que le acomodará para competir con dignidad.
El triunfo contra Ecuador, en el estadio Olímpico Atahualpa fue el bálsamo que necesitaba el equipo dirigido por Luis Fernando Tena, un equipo mexicano que llegaba desanimado después de derrotas y empates nada dignos en sus pasados partidos de preparación, en donde evidenció debilidad en sus tres líneas. En este encuentro se pudo encontrar el estilo, se pudo encontrar a los hombres y se pudo encontrar la victoria, gracias a un golazo de Marco Fabián, quien culminó una larga pared enviada por Rafael Márquez Lugo, al definir en gran forma, con una volea.
Ahora el cuadro nacional se dice listo para viajar a Buenos Aires, donde según la programación tendrá su último duelo de preparación ante la selección de Bolivia.
De atrás para adelante
Se afirma que un equipo se arma de atrás para adelante y Tena lo hizo así. Su Tri jugará con cinco al fondo, con tres volantes y dos puntas. Jugará a esperar al rival, recuperar la pelota lo más adelantado posible y explotar la velocidad y buscar el gol.
El abc del “lapuentismo” puro, llevado a cabo por uno de sus mejores exponentes. México fue dominado, provocó que Ecuador, que alineó a sus principales figuras, tuviera el balón, pero de poco le valió ya que una y otra vez se estrelló en la bien parada zaga mexicana.
Cuando México recuperaba, casi siempre por conducto de Jorge Enríquez, las puntas: Márquez y Oribe Peralta de inmediato encontraban los espacios que explotaron con sendos disparos bien detenidos por el portero local.
En la segunda parte, después del vendaval con el que iniciaron los ecuatorianos, el Tri volvió a encontrar la rendija y Marco Fabián, acabado de ingresar, anotó el golazo que a la postre dio el triunfo. La reacción de Ecuador llegó de inmediato, pero Luis Michel respondió en los momentos adecuados y la victoria se concretó. Victoria y mejoría de juego, quizá no para hacer historia en Copa América, pero sí para pelear dignamente.