El seleccionador nacional atendió a los medios de comunicación en Maracaibo en rueda de prensa para señalar varios puntos sobre el entorno de la Vinotinto.
“La Vinotinto es hoy el movimiento social más grande que tiene este país y lo va demostrando en cada lugar que va yendo.” El seleccionador hace hincapié en que “eso es producto de los resultados”, que a su vez llegan como consecuencia de un trabajo que demuestra organización.
“Una organización que pide Venezuela a gritos, con el respaldo que se le da a la selección en cada partido y que es el fiel reflejo de lo que desea la gente para su país y su sociedad. Nosotros estamos en la obligación de ser muy equilibrados, esto no es un ‘show musical’ , es el sentimiento de todo un país”. Farías llama a la reflexión con respecto a este fenómeno, para sacar el mejor rendimiento a los jugadores.
Como todo ‘boom’, confiesa que hay cosas que han crecido rápidamente y otras que se han descontrolado también. Eso genera expectativas en el entorno y para cumplir con ellas hay que ir a lo fundamental: la preparación. En ese aspecto el seleccionador apunta a la seriedad en el trabajo, en lugar de la algarabía que produce un triunfo.
El DT hizo la introducción ante los medios en Maracaibo -cuartel general de la selección en sus preparativos para el partido ante Colombia del 11 de noviembre en Barranquilla- para luego desarrollar algunas consideraciones sobre aspectos que le preocupan. También, realizó una evaluación sobre su reciente periplo por Europa, después de ver lo que representan los jugadores venezolanos que militan en ligas de países como España, Alemania, Bélgica y Holanda; para afrontar la eliminatoria.
Las condiciones en las que consiguió el Pachencho Romero no le motivaron. “Después de albergar la final de la Copa América (2007) y después de regresar de la Copa América siguiente (2011) se comprometieron a que este estadio iba a estar listo para el partido contra Argentina y no estuvo.”
Comenta que en Maracaibo se habría podido aprovechar las condiciones climáticas aún más que en Anzoátegui. “Era una buena posibilidad jugar el partido de Bolivia aquí también”. Debido a que la distancia habría sido más corta, en el viaje regreso desde Barranquilla. Pero, no se pudo porque, “el estadio está en una triste realidad”. Camerinos y césped en muy mal estado, aduce Farías.
El seleccionador de España, Vicente Del Bosque, en una reunión que sostuvieron le dijo que había que cuidar los escenarios. El salmantino, campeón del mundo, le aconsejó al estratega Vinotinto tener un engramado acorde, para que sus dirigidos pudieran desarrollar su técnica.
La alternativa más viable para la sede del encuentro contra Bolivia, era San Cristóbal, sin embargo, Pueblo Nuevo tampoco lucía su mejor cara y por eso fue necesario realizar los trabajos de acondicionamiento para recibir un partido de eliminatoria.
Para ese enfrentamiento contra la selección del altiplano, Farías piensa que Venezuela, en condición de local, debe proponer para abordar el arco rival y llevar el peso del partido y no contar con un engramado en buenas condiciones no le favorece a su cuadro.
Entonces, la conclusión que saca el estratega criollo es que el crecimiento de algunos servicios no corresponden al de la selección.
“Es un desorden mancomunado y todos tenemos que llamarnos a una reflexión profunda, de lo que significa la selección hoy para el país y las posibilidades de clasificar a un mundial, porque eso no es tirarle la responsabilidad a los jugadores y ya, es ver como nosotros organizamos ese talento que tenemos para generar una expectativa”.
Por otro lado señala que sobre el choque contra Colombia, el grupo, tiene grandes expectativas, por el momento que viven los jugadores; pero con eso no quiere decir que “estamos sobrados, que ya ganamos el partido. Porque, se van a jugar 90 minutos ante un gran rival con muy buenos jugadores y que está viviendo un buen momento y que tengo el deseo de verlo en el Mundial, pero también se va a encontrar con seleccionado que tiene el mismo deseo y las mismas posibilidades y eso es lo bonito del deporte”.
“Tenemos que intentar que lo que suceda afuera, sea cónsono con lo que deseamos que suceda dentro de la cancha, pero para eso tiene que trabajar toda Venezuela”. El cumanés no cree justo que la realidad de la Vinotinto se vea empañada por contratiempos que no le permita trabajar con los estándares que exige un Premundial.
Calificó de despiadado, en ocasiones, el ataque de algún sector de la prensa, cuando se ha restringido la cobertura de los entrenamientos. Explica que ha visto como otras selecciones trabajan a puerta cerrada sin que cause revuelo en los medios de comunicación.
También solicito coordinación de los distintos entes gubernamentales, regionales y central. “La selección tendrá que jugar en los lugares donde tenga las mejores facilidades. Y dejó varias interrogantes en el aire sobre el tema. “¿Dónde están las canchas de entrenamiento? ¿Cómo está el mantenimiento de esa cancha? ¿Cómo está el estadio de cada ciudad? Facilidades en cuanto a seguridad para el buen desempeño y funcionamiento del seleccionado”.
El trato a los jugadores
Ya que son jugadores que vienen de largos viajes –en esta convocatoria 20 de 25 vienen del extranjero- que conllevan desgaste. Y la selección debería estar preparada para mitigar todo el cansancio de los futbolistas con la infraestructura y organización que eso demanda.
“Tenemos la preocupación de cómo influir en los que están alrededor de la selección para que también nos ayuden. Nuestra expectativa interna está muy bien, la de afuera que se ha desbordado, no está totalmente organizada como para darle la tranquilidad necesaria a la selección de que esto funcione en su justa medida y necesidad”.
Farías enfatizó en la necesidad de que la Vinotinto requiere un espaldarazo y no desorden a su alrededor. “La fiesta es para los fanáticos no para los jugadores. Los resultados los vamos a conseguir con una organización correcta”. Eso se consigue al mancomunar Federación, Gobierno, cuerpo técnico, medios de comunicación y fanáticos, para que “nos podamos involucrar todos como país, hoy en el movimiento social más grande que tiene Venezuela que es su selección ”, repitió.
Para llegar al Mundial
“¿Cómo a mí no me gustaría ir a jugar a cada ciudad? Pero hay unos reglamentos y necesidades que son lógicos que hay que decírselos a la gente, que no debería tener que decirlos yo, que tal vez tuviese que estarlo diciendo un dirigente de la Federación y que tal vez ustedes (periodistas) deberían tener una mejor explicación, eso es parte de la labor que nosotros podemos hacer”.
Farías no duda en el momento deportivo que atraviesan sus seleccionados y las posibilidades de clasificación al Mundial, pero recuerda que todo no se concentra ahí, sino que “cuando vengan acá puedan tener todos los aspectos cubiertos para tener la tranquilidad de enfocarse en un partido y eso a veces pasa por hacer el papel de antipático”.
‘Hoy tenemos que hablarle con la verdad al país y hay algunos aspectos en los que no podemos estar de espaldas a la realidad de Venezuela”. El técnico generalizó en términos de tendencias políticas, gustos deportivos o identificación regional para decir que “somos venezolanos y necesitamos para crecer como país ponernos de acuerdo y eso, seguramente, se le reflejará a la selección”.
Su razonamiento lo apoya con la convicción de que Venezuela no sólo clasificará a este Mundial, sino a los siguientes. Y ve en la organización un puente para atravesar cualquier adversidad, porque el talento existe para emprender el reto. Y no sólo en fútbol, también en otros ámbitos de la vida, porque “el venezolano es un tipo capaz”.
Siente imprescindible que el jugador cuente con privacidad, porque en este momento que la comunicación vuela a largas distancias, a través de la tecnología, debe haber ciertos parámetros que se deben establecer para no interrumpir la concentración del atleta.
Aclara que “no se trata de alguien que quiere pelear con la prensa, con el Presidente de la república (Hugo Chávez), con el ministro o con un gobernador”. Pero cree que por una sana intención hay que llegar a un consenso. Le pidió al mandatario nacional y regional -gobernador Pablo Pérez- que se pusieran de acuerdo para trabajar bien.
“Con tristeza tengo que decir que el Pachencho Romero, estadio que albergó la final de la Copa América (2007), no está apto para las condiciones del fútbol moderno”, refiriéndose no sólo al campo sino a las tribunas, porque “el servicio para la gente hoy es especial con comodidades, para disfrutar de un evento en familia”, agregó.
“Nos tenemos que organizar porque si no, no vamos a llegar a ninguna parte”