El partido de Independiente y Unión de Santa Fe por el campeonato de la Primera B (segunda división) del fútbol argentino fue suspendido por razones de seguridad, tras la detención de 37 hinchas del "Rojo" armados cerca del estadio "Libertadores de América".
"El partido no se va a jugar", informó Leonardo Outon, portavoz de la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide).
Los hinchas de Independiente detenidos pertenecen al grupo de la "barra brava" liderado por César "Loquillo" Rodríguez, el sector oficial de la hinchada, tras el desplazamiento de Pablo "Bebote" Alvarez.
Al parecer tenían intención de emboscar a una facción rival de la "barra" de Independiente, según habían advertido a través de las redes sociales, luego de que "Bebote" Alvarez anunciara que regresaría al estadio junto a sus seguidores.
Ante la posibilidad de incidentes, la policía de la provincia de Buenos Aires montó un estricto operativo de seguridad en la localidad de Avellaneda y descubrió a los violentos armados en una casa deshabitada, cerca del estadio de Independiente.
El presidente de Independiente, Javier Cantero, reconoció que había solicitado que el partido contra Unión se jugara en horario nocturno para favorecer la asistencia de hinchas.
"Esto fue sobre la hora del partido y hubo que suspenderlo. Me hago responsable porque pedimos que se jugara de noche, pero nosotros trabajamos para los socios y la mayoría no podria ir a la cancha un viernes de tarde", admitió.
Independiente descendió este año por primera vez a la segunda división del fútbol argentino. /DPA
