En todos los deportes, pero sobre todo en el béisbol, se intenta colocar etiquetas a los jugadores para determinar el“valor” o para definir “qué tan bueno” es en la actualidad.Cuando un prospecto da sus primeros pasos en las Grandes Ligas, rápidamente los analistas expresan; “Es más que bueno; será una estrella de este juego”.
Entre los venezolanos, hay algunos ejemplares que tienen ese mote al considerados “élite”. Miguel Cabrera, Félix Hernández y Carlos González son algunos, sin embargo, en las últimas temporadas apareció un joven receptor que cuenta con todas las condiciones para unirse a ese grupo.
El careta de 23 años, Salvador Pérez, se ha encargado de escribir su nombre cuando de los mejores receptores en el juego se trata. Con una ofensiva que le permite promediar .300, despachar más de 15 cuadrangulares y jugar una de las mejores defensivas en su posición, provoca que el jugador nacido en Valencia, pueda ser llamado una estrella de las Mayores.
Muchos se sorprendieron cuando la organización de los Reales le otorgó una extensión con solamente una temporada de experiencia. Después de todo, dar cinco años asegurados para un novato, ¿luce riesgoso no? Esto demuestra las esperanzas que tienen en el careta, y al mismo, amarrar a un jugador que puede valer el triple en un futuro cercano.
El único enemigo del criollo, parece ser la salud. Salvador ha presentado distintos inconvenientes físicos desde su arribo al equipo grande de Kansas City. Estos problemas lo han alejado del terreno de juego y perder el ritmo en su ofensiva especialmente.
Año del despegue
Ahora, para la campaña que dará inicio en pocas semanas, Salvador Pérez, llegará con más expectativas y tareas por cumplir. Ya no es considerado como una promesa o un prospecto, sino como el jugador franquicia de los Reales.
El criollo se ha preparado durante el receso de temporada para fortalecerse físicamente y aguantar la embestida de una temporada de 162 encuentros. Asimismo, por pedido de su organización, empezó el aprendizaje para defender la primera base, no para cambiar de posición definitivamente, sino para mantener su ofensiva cuando reciba jornadas libres de la receptoría.
Ya cuenta con un guante de oro, un Juego de Estrellas y un promedio vitalicio de .300, Salvador Pérez únicamente necesitará salud para recibir el mote de estrella en las Grandes Ligas.
Viernes 2014-03-14



