Para un entrenador como Fernando ‘El Pecoso’ Castro, quien viene de la escuela de Carlos Bilardo, esa que tiene prohibido conceder permisos defensivos en los balones detenidos, tuvo que ser muy difícil asimilar que su escuadra, que cumplía al pie de la letra con el libreto táctico, durmiera en los minutos finales del primer tiempo.
Dos lanzamientos desde el tiro de esquina, enviados desde el mismo sector, dejaron al Atlético Bucaramanga al borde de la eliminación de la Liga Águila I de 2017 en el periodo inicial, y la carencia de volumen de ataque y creatividad en el complemento sentenciaron el naufragio ‘leopardo’ en la actual temporada.
El Atlético cayó anoche 2-0 en Bogotá ante Millonarios y dio un paso al costado en los cuartos de final de la competencia, luego de una loable reacción a mitad de certamen, de la mano del entrenador Fernando ‘El Pecoso’ Castro.
Quedó la sensación de que con poco, el estratega manizaleño hizo mucho. Sus pupilos deambulaban en la Liga y estaban en problemas con el promedio del descenso, pero bajo su mando tomaron el camino indicado y, con una alta dosis de sacrificio, orden táctico y pasajes de buen fútbol, sobre todo en casa, consiguieron ilusionar a la afición con una nueva semifinal.
Dolor de cabeza
Atlético Bucaramanga tenía controlado el partido. Aunque Millonarios era el dueño de la pelota, no podía superar el orden táctico y la seguridad defensiva del ‘leopardo’, salvo dos remates de Henry Rojas, que pasaron cerca del pórtico santandereano.
El elenco ‘amarillo’ pasaba con buena nota el primer periodo, pues conseguía igualar 0-0; pero dos errores de marca en lanzamientos de tiros de esquina tiraron por la borda el buen trabajo que cumplía.